El BBV deja que sean Hidrola e Iberduero las que decidan su fusión

El Banco Bilbao Vizcaya (BBV) dejará que Hidrola e Iberduero adquieran el protagonismo de las negociaciones para su posible integración en una sola sociedad. Estas (los empresas, las principales en la esfera privada del sector eléctrico, se configuran como básicas para desarrollar el nuevo mapa eléctrico. Las inversiones que plantee la adaptación, que quedará reflejada en la revisión del Plan Energético Nacional (PEN), deberán notificarse a la Comisión Europea si prospera un proyecto que tiene que aprobar Bruselas.

El banco vasco, que tuvo que paralizar el proyecto de fusión de las dos eléctricas por la crisis presidencial que le atenazó durante más de un mes, ha decidido automarginarse ante la insistencia del Ministerio de Industria de no apoyar la fusión. Los responsables del banco, que con la desaparición de Pedro Toledo perdió al defensor más arduo de la integración, prefieren mantenerse a la expectativa hasta que el ministerio desvele sus planes.La nueva etapa del banco, sin Toledo y con Javier Gúrpide como principal interlocutor para cuestiones industriales, puede hacer resucitar los intentos de fusión de Iberduero y Sevillana, surgida frente a los defensores de la operación con Hidrola. El BBV tiene en torno al 8% de Iberduero y al 10% de Sevillana y su presencia en Hidrola es menor.

El nuevo PEN

En el sector se espera que el ministro, Claudio Aranzadi, apunte la estrategia en su intervención del próximo jueves ante el Congreso de los Diputados. Ayer, el subsecretario del departamento, Fernando Panizo, se limitó a hacer leves referencias a la necesaria integración de las actuales unidades empresariales a tres o cuatro en las Jornadas Hispano-Británicas sobre Energía organizadas por el Club de la Energía y el Ministerio de Industria. En cualquier caso, se espera que Hidrola e Iberduero jueguen un papel preponderante, junto a Endesa, como cabezas de grupos empresariales que empezarán a formarse en Cataluña.

En la primera jornada, el director general de la Comisión para la Integración de la CE, Jean Claude Guibal, manifestó que la CE va a estudiar y proponer que los proyectos de inversión en energía sean comunicados a Bruselas "Dará que sean conocidos por otros países y evitar, en su caso, que se produzca colisión, de intereses".

Guibal dijo también que la CE aplaza en un año la decisión sobre el common carrier (sistema por el que los países tiene derecho a intercambiarse energía aprovechando la red de un tercero) "ante las confusiones surgidas entre los distintos miembros". Con respecto a la aplicación de este sistema en el gas, Guibal subrayó que los problemas son mayores. Ambos afectan a España.

La obligatoriedad de comunicar las inversiones puede influir en los planteamientos del PEN, cuya revisión tiene que aprobar este año el Parlamento. El nuevo PEN hará que las compañías eléctricas españolas se enfrenten a un nuevo ciclo inversor, ya sea en nucleares o en centrales térmicas clásicas. Según los estudios de Industria, será necesaria una potencia adicional de 7.500 megawatios a partir de los años 1995/1996 y se contempla la puesta en marcha de varias centrales térmicas, que tendrían que realizar conjuntamente entre el grupo Endesa y Sevillana, de alguna nuclear auténtivo cuello de botella del nuevo PEN por motivos políticos, y de energías alternativas.

En cualquier caso, serán inversiones importantes que deben abordarse desde este año y que hará que las eléctricas tengan que aumentar su endeudamiento. El año pasado habían conseguido reducirlo por debajo de los cuatro billones. De ellos, 700.000 millones -el 20%- corresponden a riesgo de los bancos accionistas, según dijo José Ramón Guerediaga, director general adjunto del BBV. Guerediaga declaró, asimismo, que el total de la participación de los bancos en las eléctricas se sitúa entre el 16% y 17% del total del capital.

En el sector de refino, la banca tiene un riesgo del 45% y entre el 25% y el 30% del capital, en datos anteriores a la compra de la mayoría de Petronor por parte de Repsol. En este sector, según Panizo, se invertirán 600.000 millones de pesetas en los próximos años.