Francia aplaza indefinidamente la supresión de la frontera con España por Cataluna y Aragón
El Ministerio del Interior francés ha aplazado indefinidamente la supresión de la frontera hispano-francesa por Cataluña y Aragón, cuyo proyecto estaba previsto que fuera puesto en práctica a principios de este año. El ministro francés del Interior, Pierre Joxe, desconfía de la eficacia y del control de las fuerzas de seguridad españolas y teme la inmigración ilegal que podría introducirse en Francia a través de esos pasos. También han contado en la decisión los acontecimientos en ,Europa del Este y principalmente el problema alemán, que han producido un frenazo para los proyectos de los países de la CE que más urgentemente habían planteado la eliminación de obstáculos fronterizos.
El proyecto que inicialmente iba a entrar en funcionamiento en 1989 y fue retrasado para principios de 1990, consistía en que los viajeros que cruzaran la frontera por Cataluña y Aragón no tuvieran que detenerse para presentar su pasaporte o documento de identidad. Conocido en la jerga diplomática como el canal azul -color de la bandera de la CE-, este proyecto incluía la creación de brigadas mixtas hispanofrancesas destinadas a patrullar a ambos lados del límite y a realizar un cierto tipo de control aleatorio sobre el tráfico fronterizo.La desconfianza del ministro francés del Interior, Pierre Joxe, en el control de las fuerzas de seguridad españolas, y ante la inmigración ¡legal que podría introducirse en Francia a través de España, provocó la negativa del Gobierno francés al proyecto, que ha quedado aplazado indefinidamente.El subsecretario de la Secretaría de Estado para la CE, Rafael Pastor Ridruejo, asegura que el Gobierno español intentó esta experiencia piloto apoyándose en el espíritu del artículo 13 del Acta única sobre la libre circulación de personas. Aunque no se estableció una fecha concreta, se preveía que la medida podría empezar a aplicarse a principios de 1990.
El Gobierno español pretendía presentar este proyecto ante la CE como una experiencia ejemplar en materia de cooperación transfronteriza y muestra de su compromiso con la integración europea. El ministro del Interior, José Luis Corcuera, y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, trataron de impulsarlo durante la presidencia española de la CE, en el primer semestre de 1989, e intentaron, aunque sin éxito, convencer a sus colegas franceses para ponerlo en marcha al terminar el semestre francés, en enero de 1990.
El País Vasco
Fuentes españolas reconocen que Francia no fue especialmente receptiva y se negó desde un principio a que esa experiencia se pusiera en práctica en el País Vasco como pretendía el Gobierno español. "Abrir esa frontera", afirmaba un alto funcionario del Ministerio del Interior, "no supondría perjuicio para la eficacia de la lucha antiterrorista". En cambio, en opinión de fuentes españolas, Francia temía que la desaparición de las fronteras y la creación de las brigadas mixtas facilitara a la policía española la ansiada persecución en caliente de presuntos terroristas en suelo francés.
"Francia prefiere esperar, debido, fundamentalmente, a tres temas que le preocupan seriamente: la inmigración ilegal procedente de países africanos, el tráfico de drogas y el terrorismo", señala Pastor.La inmigración ¡legal es el problema más inquietante para las autoridades francesas. La desaparición de fronteras implica, al menos en parte, la armonización de las legislaciones de extranjería de ambos países en aspectos como la expedición de visados o el derecho de asilo. Es decir, Francia y España deberían unificar los visados exigidos a ciudadanos de terceros países, en contra de lo que ocurre actualmente.
Francia exige visados a los nacionales de la zona del Magreb y de América Latina, y España no. Con ocasión de su discurso de fin de año, el presidente francés François Mitterrand declaró que existía "un límite de tolerancia" a la aceptación en Francia de emigrantes del Tercer Mundo.
En opinión de Pere Navarro, gobernador civil de la provincia de Gerona, afectada por el proyecto de permeabiliz ación de fronteras, el especial trato que reciben los ciudadanos latinoamericanos por parte de Espafía "no supone un trato distinto del que dispensa Francia a sus ex colonias, o Gran Bretaña a los países de la Commonwealth". El escollo que más preocupa a Francia es Marruecos, cuyos emigrantes pueden entrar en España sin visado. "Exigir visado a los marroquíes es un tema que depende de nuestras relaciones bilaterales, en las que hay otros temas en juego, como la pesca. Habría que buscar el momento oportuno de plantearlo", señala Navarro.
Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores francés, ante el aplazamiento de la permeabilización de fronteras entre España y Francia, subrayó a EL PAÍS que el proyecto de supresión en 1990 de los trámites fronterizos y aduaneros en La Junquera y algunos pasos de los Pirineos catalanes fue tan sólo un "proyecto evocado" por ambos Gobiernos en el curso de las últimas "cumbres" hispanofrancesas, pero nunca llegó a firmarse un acuerdo en tal sentido, informa desde París Javier Valenzuela. El portavoz francés explicó también que la crisis del Este europeo ha contribuido notablemente a la paralización de este tipo de proyectos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.