Saqueadas unas oficinas de la Junta donde se custodiaban archivos relacionados con Juan Guerra

Las dependencias en Sevilla de las oficinas del Gran Area Industrial de Expansión de Andalucía, dependientes de la Junta, fueron encontradas el pasado lunes saqueadas, y algunos de los documentos de su archivo, quemados. En esos archivos se encontraban registrados documentos relativos a los trámites de subvenciones a numerosas empresas, como es el caso concreto de Construcciones Modulares Andaluzas, vinculada a Juan Guerra, hermano del vicepresidente del Gobierno. La Junta ha tardado cuatro días en informar del asalto de estas oficinas y la policía mantiene abierta una investigación desde el lunes.

No obstante, todos estos documentos son duplicados de los originales que se encuentran en el Ministerio de Economía y Hacienda, en Madrid.El saqueo fue descubierto el lunes por la mañana por la directora general de Cooperación Económica de la Junta, Monserrat Badía, responsable de las dependencias, que puso el hecho en conocimiento de la Policía y de las autoridades de la Consejería de Economía y Hacienda. Según fuentes de la Administración, los responsables de la Junta recomendaron silenciar el asunto, cuyo embargo a los medios de comunicación, no obstante, fue levantado ayer mediante una nota oficial. Fuentes policiales señalaron que el caso ha sido encomendado a la Brigada de Policía Judicial de Sevilla.

El robo fue cometido sin apenas forzamientos, si bien parece que se utilizaron palanquetas para abrir las puertas. Al menos, los asaltantes estuvieron manipulando objetos y documentos de cuatro departamentos: el despacho de la directora general de Cooperación Económica; las dependencias donde trabajan los técnicos del Gran Área, las oficinas del jefe del servicio de Gestión de Incentivos y la sección de comercialización de la Dirección General de Turismo.

Según deducciones policiales, los ladrones hicieron acto de presencia en las oficinas probablemente el domingo, aprovechando que ese día se encuentran cerradas al público. Un número indeterminado de documentos apareció quemado, si bien el expediente correspondiente a la empresa Construcciones Modulares Andaluzas se encuentra, al parecer, intacto. La directora general de Cooperación Económica informó ayer que será necesario esperar a un examen más exhaustivo, por si faltan algunas fichas y por si la intencionalidad de los ladrones iba por ese camino o por buscaban expedientes de otras sociedades relacionadas con Juan Guerra. En este sentido ha ordenado una investigación.

Badía informó ayer que los ladrones actuaron de forma muy selectiva y registraron varios cajones, armarios y archivos, que aparecieron violentados. Muchos de los documentos que se encontraban archivados aparecieron desparramados por el suelo. La mayoría de ellos corresponden a trámites de subvenciones a empresas de Sevilla y Córdoba acogidas al Gran Área Industrial de Andalucía.

Denuncia policial

Los responsables de la oficina presentaron la denuncia en la comisaría de policía de Triana y comunicaron que, entre los efectos de valor desaparecidos, figuran dos aparatos de vídeo; un talonario de cheques, varias cintas de vídeo y otros objetos insignificantes. Pese a ello, Badía informó que le resultaba extraño que los ladrones hubieran dejado otros efectos de mayor valor, como es el caso de una pluma de oro que ella tenía depositada en su mesa de trabajo, así como varios aparatos de radio.

La empresa Construcción Modular Andaluza, que obtuvo una subvención de 145 millones de pesetas aprobada por el Consejo de Ministros el 1 de agosto de 1986 para la construcción de un hotel, no llegó a percibir esta cantidad al no haber iniciado las obras seis meses después de aprobada la concesión.

Construcción Modular Andaluza, que cuenta con un capital de tres millones y cuyo principal activo eran 8.700 metros cuadrados otorgados en régimen de concesión administrativa por Mercasevilla para la edificación de un hotel, tramitó ante el Gran Área Industrial de Andalucía la concesión de esa ayuda.

Tras recibir el visto bueno del Comité de Valoración de Acción Territorial en diciembre de 1985 y por el Grupo Interministerial de Trabajo en marzo de 1986, el Consejo de Ministros -en su reunión del 1 de agosto de 1986- aprobó una ayuda de 145 millones de pesetas, así como diferentes deducciones fiscales.

La subvención concedida no se llegó a entregar, ya que se había condicionado a la construcción del hotel, que se vio amenazada cuando Mercasevilla reclamó notarialmente a Construcción Modular Andaluza la deuda nacida por el impago del canon de arrendamiento estipulado.