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Los huesos hallados en un merendero fueron sustraídos del osario de un cementerio

Los restos humanos hallados el pasado domingo en un merendero conocido como La Chopera, en Manzanares el Real, corresponden a siete cadáveres y "son muy antiguos" según el primer dictamen del antropólogo José Manuel Reverte Coma. Este piensa que los huesos proceden del osario de algún cementerio de la zona, de donde posiblemente fueron sustraídos por un estudiante de medicina, descartando la implicación de algún practicante de magia negra.

Unos niños que a las cinco de la tarde del pasado domingo correteaban por el merendero de La Chopera descubrieron un montón de huesos y varias calaveras humanas y se lo dijeron a sus padres. Estos, a su vez, denunciaron el hecho a la 112 Comandancia de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de las investigaciones para aclarar el asunto.Los agentes comprobaron que parte de los huesos estaban siendo cocidos en una vasija metálica recién comprada, utilizando para ello varias pastillas de carbón comprimido. Al lado fueron encontrados un par de guantes de goma para uso doméstico y otros guantes de tipo quirúrgico, lo que induce a pensar que la persona que estaba manipulando los esqueletos posiblemente está relacionada con la medicina.

La jueza de Instrucción de Colmenar Viejo, aconsejada por el médico forense, ordenó que los restos óseos fueran entregados al profesor Reverte Coma, experto en antropología, cuya colaboración fue decisiva para aclarar hace unos meses el asesinato de dos prostitutas emparedadas en el club El Lobo Feroz, de Madrid.

El doctor Reverte ha declarado a EL PAÍS que se trata de "huesos muy antiguos, concretamente de tres cráneos momificados y otros huesos sueltos", que en conjunto corresponden a siete cadáveres diferentes.

Ladrones de tumbas

Teniendo en cuenta que estos restos "están muy blancos por haber estado expuestos al sol durante mucho tiempo", Reverte tiene la casi absoluta certeza de que proceden de la limpieza de algún cementerio. "Esto huele a distancia a estudiante de medicina".El prestigioso antropólogo asegura que este nuevo caso es muy diferente al ocurrido, a finales del pasado mes de noviembre en el cementerio de Torrelodones, donde fueron encontradas dos tinajas de barro con parte del esqueleto correspondiente a una mujer de 80 años, de 1,50 metros de estatura, completamente desdentada, fallecida hace cinco años.

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En una de las vasijas de barro había un muñeco de trapo con extrañas inscripciones, una fotografía en color de un hombre de unos 40 años, esqueletos y plumas de varias aves, así como una cabeza de perro.

El doctor Reverte Coma dice estar convencido de que el caso de Torrelodones formaba parte de una ceremonia de magia negra, sobre todo porque en las tinajas se encontró una sustancia que es habitual en la composición de las velas que se utilizan en los rituales de tipo demoníaco. A demás, las personas que manipularon el esqueleto fabricaron con cemento una especie de tapaderas para las vasijas, lo que supone "demasiado trabajo para ser una broma de gamberros".

"Sabemos que en Madrid hay varios individuos que practican magia negra, pero todavía no han sido identificados por la Guardia Civil", señala el antropólogo. Hace un año fueron detenidos varios jóvenes acusados de causar destrozos en varias tumbas del cementerio de El Escorial.

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