Llamamiento del Rey a la solidaridad para mejorar la situación de los países pobres
El rey Juan Carlos recalcó ayer que "la progresiva superación de la división Este-Oeste va a hacer más patente ( ... ) la llamada división Norte-Sur entre países ricos y pobres", y los primeros deben coordinar sus esfuerzos para ayudar a los segundos a "conseguir un nivel de vida digno". El Monarca pronunció estas palabras al inicio de la recepción que dio en el palacio Real al cuerpo diplomático acreditado en Madrid con motivo del año nuevo.
El acto empezó con el saludo de cerca de 200 embajadores y consejeros de embajada a los Reyes, con la única excepción del de Irán, Abdallah Zifran, que, en base a una interpretación rigorista del islam, rehusó dar la mano a la Reina. Además de los Reyes y de los embajadores, en el salón del trono del palacio Real estuvieron presentes el presidente del Gobierno, Felipe González, y su esposa, Carmen Romero, así como el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez."La década de los noventa se augura", afirmó en su saludo al Rey el decano del cuerpo diplomático, el nuncio, Mario Tagliaferri, "llena de profundos cambios y nuevos rumbos" encaminados hacia la libertad y la paz, pero, advirtió, "el camino de la distensión es aún frágil", porque está amenazada por las "injusticias" que padecen muchos pueblos.
Don Juan Carlos sintonizó con el embajador de la Santa Sede al resaltar que el "año nuevo coincide con un momento lleno de esperanza en la superación de enfrentamientos y divisiones en el mundo ( ... )" y "España alienta el proceso de reformas democráticas y políticas en la mayoría de los países del centro y del este de Europa". El Monarca se alegró de que esta "superación de las tensiones" haya contribuido a la solución de los conflictos regionales, y citó el ejemplo de Namibia, aunque observó que en otras zonas del mundo, como Oriente Próximo y Centroamérica, no se han producido avances similares.
"Mi país estará siempre dispuesto a contribuir a los esfuerzos pacificadores" en Centroamérica, subrayó don Juan Carlos, antes de instar a palestinos e israelíes implicados en el conflicto de Oriente Próximo a sentarse "para encontrar un acuerdo justo que respete el derecho de cada uno de los pueblos de la región a vivir en paz y en seguridad". "Nuestra identidad europea", concluyó, "no entra en ningún momento en contradicción con nuestra profunda vocación iberoamericana".
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