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Reportaje:

Cuando los pueblos se quedan sin niños

En la sierra norte madrileña se encuentran los municipios más pobres y abandonados de la región

En la cresta norte de la Comunidad de Madrid se encuentran 11 de los pueblos más pobres de la región. Geográficamente forman un triángulo, conocido como sierra norte, en el que la densidad de población- no supera los 100 habitantes de media por municipio . Son los más pequeños en cuanto a número de habitantes y superficie, pero también los más pobres. En ellos no hay niños, no hay jóvenes, sólo quedan algunos ancianos apegados a su tierra.

Los vecinos de estos pueblos, en su tiempo libre -siempre que no son invadidos por el progreso de la civilización-, no olvidan el que fuera su oficio y se dedican al cultivo del campo y a las labores ganaderas. Después descansan en sus casas al calor del hogar.Al oeste de la base del triángulo formado por los embalses de Pinilla, Riosequillo, Puentes Viejas y el Atazar se encuentra Cervera de Buitrago.

Aquí, Flora López, de 70 años, y su esposo -uno de los más veteranos del pueblo, junto "al Cándido", que ronda los 90- cuentan que sobreviven gracias a Ios piosquítos" que le dan a su marido por la jubilación. Los jóvenes se han ido del pueblo a buscar su "coscorrito", ya que aquí no lo encontraron. "Ya ve", añade Flora, "el último niño que nació aqui fue el de la Juani, hace 10 años". La mayor preocupación del matrimonio es que se encuentran "incomunicados", ya que el pueblo sólo tiene dos teléfonos, "el del alcalde y el de la cabina, que está estropeado".

Muy próximo se encuentra Robledillo de la Jara. En la entrada del pueblo está el pilón, que todavía se utiliza para la colada. Los hombres, mientras las mujeres lavan, se reúnen en tertulia junto al parque de la iglesia.

Entre cabras y carretas

La hija de "don Carlos" -el abuelete del pueblo-, María, y una compañera de colada bendicen la hora en que sus hijos se marcharon, ya que no quieren que éstos lleven la vida que ellos tuvieron, "arrastrando albarcas y chispando terrones de tierra".Para llegar a Puebla de la Sierra desde Cervera de Buitrago hay que recorrer unos 15 kilóme tros a través de un camino "de cabras y carretas". El paisaje que se divisa es de lo más bucólico Por debajo, los pinares, hacia el sur se ve el embalse del Atazar, y por el norte se divisan las cum bres más altas blanqueadas por la nieve, entre ellas la Peña de la Cabra, de 1.934 metros de altitud. En este municipio, recuerdan algunos vecinos mientras conversan en las puertas de sus casas, el último en nacer fue, "el José de la María", hace 24 años. La mayor del pueblo, dicen otros, es "la Cándida", que ya tiene cerca de los 100. También recuerdan que antes de llegar las máquinas -quitanieves- en los inviernos se quedaban aislados.

Para llegar a La Hiruela desde Puebla de la Sierra hay que pasar por Prádena del Rincón y Montejo de la Sierra, y atravesar el puerto de La Hiruela, de 1.257 metros de altitud. En La Hiruela, donde viven 17 vecinos y el índice de natalidad es nulo desde hace más de 20 años, sólo existe un teléfono y es público.

Y un poco más allá está Madarcos, con 14 vecinos, y La Serna del Monte, el segundo municipío más diminuto de Madrid.

Tan sólo el claxon del camión de butano y de la camioneta de un vendedor que recorre la zona para proveer a los vecinos de artículos para la casa y alimentos, una vez cada dos semanas, rompen, junto a los visitantes de verano y de fin de semana, este pacto creado entre el hombre y la naturaleza. Es entonces, comentan los vecinos de los citados pueblos y de La Aceba, El Atazar, Berzosa del Lozoya, Gascones y Horcajuelo de la Sierra cuando -lascalles se llenan de coches de Madrid y abren los pocos bares y comercios que hay".

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