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El hacha vengadora, contra el juez

Un agricultor de Daimiel agredió a su yerno, magistrado, por creer que mató a su hija

Tomás Rincón Ruiz de la Hermosa, agricultor de Daimiel (Ciudad Real), de 62 años, rumia en el depósito municipal de Daimiel el sesgo que ha tomado su vida, después de que el miércoles 10 de enero agrediera a su yerno Jesús Angel Guijarro con un hacha, convencido de que la muerte de su hija Consuelo el día de Nochebuena no fue accidental, sino causada por Jesús Guijarro. En el portalón de la casa de Rincón quedó desde ese día escrito un mensaje lleno de extraña fuerza: "El criminal mató a mí hija. Nochebuena. Se escapó por temor. Me dejó tonto".

Ahora, Guijarro yace en estado muy grave en la UCI del 12 de Octubre de Madrid, después de ser intervenido, y su agresor, anonadado, sólo dice: "Son arrebatos que tiene uno y que luego pesan".En Daimiel la gente no sabe a qué atenerse. Pasados los primeros momentos de estupor, unos inclinan su ánimo a favor de Tomás Rincón y su mujer, Ramona Susmozas, y otros señalan que el magistrado y Consuelo eran "una pareja normal". Las primeras informaciones hablaban de que Guijarro solía beber y maltrataba a su esposa, algo que hace enarcar las cejas con incredulidad a los habitantes de esta villa manchega de 17.000 habitantes que vive fundamentalmente de la agricultura. "En cualquier caso, eso nunca trascendió", dice el empleado de una tienda, "porque aunque los dos eran de aquí él había estado destinado en Cáceres y acababa de ser nombrado magistrado de la Audiencia de Ciudad Real".

Ramona Susmozas, la mujer de Tomás Rincón, no quiere ni oír hablar de la Prensa. Su casa, de planta baja y recién pintada, tiene las persianas cuidadosamente bajadas, y una mujer cierra la puerta sin vacilación cuando los periodistas se identifican. Sobre el portalón del garaje, las letras. rojas de la pintada de Tomás Rincón recuerdan todavía la tragedia que ha caído sobre la familia en menos de un mes.

Tomás Rincón está en prisión preventiva sin fianza desde el miércoles por la noche. Ese día, a las cuatro de la tarde, Jesús Ángel Guijarro fue a buscar a sus dos hijas, de tres y cinco años, a casa de su suegro. Al parecer, suegro y yerno discutieron sobre las circunstancias de la muerte de Consuelo Rincón. A continuación, poco se sabe, salvo que Rincón tomó un hacha y agredió con ella a su yerno que fue atendido, primero en la casa de Socorro, luego en el hospital Nuestra Señora de Alarcos, de Ciudad Real, y después trasladado al hospital 12 de Octubre de Madrid.

Le aconsejan silencio

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El acusado, robusto y de ojos azules, circula con libertad dentro de los calabozos municipales, donde se le trata con cierta consideración. Su abogado, José Sanroma, le ha aconsejado que no haga declaraciones, pero él prefiere comunicarlo personalmente: "Aquí estoy muy bien", dice compungido y con los ojos enrojecidos, "son arrebatos que tiene uno y que luego pesan". Asegura que, pese a su situación, duerme bien.

El juez de instrucción de Daimiel se llama Mercenario Villalba Laba, es soltero y tiene 26 años. Lleva desde noviembre del 88 en Daimiel, su primer destino. No quiere hacer declaraciones. No hay auto de procesamiento. Las diligencias no han terminado. Ni siquiera puede confirmar si se va a realizar la exhumación del cadáver de Consuelo para proceder a la autopsia, tal como algunos medios han asegurado. "Todavía no he decidido si se va a hacer. El hecho de que la víctima sea un magistrado y el que se le acuse de algo muy grave no tiene nada que ver. A mí me es completamente igual que sea juez o no".

Dos horas más tarde la impresión, sin embargo, en el juzgado es que sí habrá autopsia. Los informes periciales serán elaborados por dos médicos forenses, a los que se pueden unir otros dos peritos, uno por cada una de las partes.

Mercenario Villalba es de Mira (Cuenca). Casi albino de puro rubio, fue en su momento el juez más joven de España y el número tres de su oposición. Una emisora de radio acaba de difundir que él y el magistrado herido solían tomar muchas copas juntos, lo que le hace enfadarse. "Eso es totalmente incierto. He visto a Jesús y he charlado con él tres o cuatro veces en mi vida, como con cualquier otro compañero, y creo que me habré tomado una caña con él una sola vez. Quien haya dicho eso", concluye, "se tendrá que atener a las consecuencias".

Las incógnitas son la evolución de Jesús Ángel Guijarro y el resultado de la autopsia. La muerte del magistrado agravaría la situación de Tomás Rincón, pero si el juez de Ciudad Real cura y el resultado de la autopsia le incrimina de algún modo, él sería entonces el que tendría quizá que comparecer ante los tribunales.

[Fuentes del hospital Doce de Octubre manifestaron a este periódico que el magistrado Jesús Ángel Guijarro que ingresó en el centro el pasado miércoles había sufrido "traumatismo craneal severo". Las mismas fuentes dijeron que ayer viernes por la mañana permanecía ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) pero que estaba previsto trasladarle por la tarde a la planta de hospitalización de neurocirugía con cuidados medios. El director de enfermería, Luis Pallarés, manifestó que estaba consciente y que presentaba una evolución buena.]

En el pueblo se montó un buen escándalo el día de autos, pero después la cosa se ha ido calmando. La gente comenta en grupos de dos o tres personas y luego sigue su camino.

La hermosa plaza principal de Daimiel está nutrida de hombres que pasean al sol, arriba y abajo, pero ellos no esperan ninguna noticia.

"Ya sabe usted que en los pueblos la gente vive en la plaza", comenta el juez y, como confirmando sus palabras, hacia las dos de la tarde todos los paseantes se han ido a comer.

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