Estado de excepción en la ciudad albanesa de Escutari

MIRJANA TOMIC El diario Politika de Belgrado informó ayer que el Gobierno de Albania adoptó medidas de excepción en la ciudad de Escutari. El periódico basa su información en fuentes no específicadas y asegura que también han sido reforzados los controles policiales en los pueblos cercanos a Escutari, ubicada en la orilla del lago Skadar, a unos 30 kilómetros de la frontera yugoslava. Asimismo se han reintroducido los permisos especiales para los viajes dentro y fuera de la población. Siempre según la misma publicación, se ha redoblado la vigilancia alrededor de la residencia del líder albanés, Ramiz Alia, en Tirana.

La Prensa yugoslava indica que hace aproximadamente tres semanas hubo grandes manifestaciones de la juventud de Escutari, donde se exigieron cambios políticos. Cinco organizadores de la manifestación, asegura Politika, fueron condenados a muerte.

El Gobierno comunista albanés desmintió la información, pero, según la Asociación de Griegos del Epir del Norte, en Atenas, las autoridades de Tirana han ejecutado en la horca a varias personas en las plazas públicas en Fieri, Durresi y VIora (Albania suroccidental) como medida de advertencia a las personas que piensan manifestarse o emigrar del país.

Las supuestas ejecuciones públicas fueron la respuesta al intento de fuga de cuatro hermanos griegos que hace una semana intentaron huir a Grecia. Las autoridades albanesas los capturaron y, al parecer, asesinaron.

Las especulaciones acerca del futuro de Albania se han multiplicado vertiginosamente en Yugoslavia, y sobre todo en Serbia, república limítrofe con Albania, en cuya provincia de Kosovo viven cerca de 1,8 millones de albaneses. Las autoridades serbias parecen desear un cambio en Albania, pues consideran que ésto ayudaría a aliviar las tensiones étnicas en Kosovo entre los albaneses y las minorías serbia y montenegrina.