El último dragón
A propósito de las cementeras con fuertes participaciones bancarias, el descalabro de ayer -300 enteros del ala- confirma la ola realizadora sobre un valor iniciada horas antes. La evolución del precio de la cementera catalaria que ha protagonizado descomunales efientes de sierra en 15 días corre la suerte de convertirse en el último dragón devorador del corro barcelonés, ante la atenta pero impasible vigilancia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Siguió entrando ayer dinero muy selectivo. La inversión sigue de cerca un gran proceso de concentración en el sector servicios. El gas empujó con una sociedad -filial de la gran matriz catalana- y, despertó ayer de un letargo.
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