La selección española protagoniza un nuevo plante

Los integrantes de la selección española de waterpolo decidieron ayer abandonar definitivamente los entrenamientos hasta que la federación española no atienda sus reivindicaciones, centradas principalmente en mejorar los medios de entrenamiento y las instalaciones para la preparación de la selección.Los jugadores internacionales temen ahora que el vicepresidente de la federación, Joaquín Pujol, cumpla su amenaza de expulsarlos de la selección si no volvían a los entrenamientos antes de la concentración que se celebrará del 8 al 11 de enero en la RFA.

Los jugadores de la selección acordaron el pasado sábado retornar a los entrenamientos a partir de ayer, tras entrevistarse como miembros de la federación, quienes prometieron atender las reivindicaciones de los waterpolistas. La totalidad de los jugadores internacionales, a excepción del capitán de la selección, Manel Estiarte, que milita en el Savona italiano, se presentaron ayer en las instalaciones del Club Natación Montjüic con el único objetivo de obtener una respuesta de algún miembro de la federación.

Jordi Neira, portavoz de la selección, manifestó ayer a este periódico que Cornel Marculescu, asesor de la federación en el área de waterpolo, les intentó convencer de dejaran su postura reivindicativa y de que se tiraran a la piscina para iniciar el entrenamiento. Los jugadores abandonaron entonces el entrenamiento.

"No pedimos nada del otro mundo", señaló Neira. "Creemos que ahora es el momento para planificar bien la temporada sin ninguna prisa. Nuestra principal reivindicación es obtener unos buenos medios de entrenamientos y unas instalaciones en condiciones para intentar conseguir una medalla olímpica que la misma federación dice que podemos obtener en Barcelona 92".

Los jugadores, que también se quejaron de otra serle de problemas, como es el del horario de los entrenamientos, celebraron por la tarde una asamblea para hablar del tema.