Dos policías, heridos al estallar un coche bomba que desactivaban

Dos artificieros del Cuerpo Nacional de Policía resultaron heridos ayer de distinta consideración en Leloa (Vizcaya) a causa de la explosión de un artefacto explosivo, colocado en el vehículo de un funcionario del Gobierno Militar de la citada provincia. Los dos miembros de los equipos TEDAX procedían a desactivar el explosivo, después de que un comunicante anónimo telefoneara al diario Egin advirtiendo, en nombre de ETA, de la colocación del artefacto.Los heridos son Ángel Montes González, quien resultó afectado de lleno por la explosión y al que, al parecer, ha sido necesario amputarle las manos, y Pascual Román Franco, que tiene heridas de menor gravedad y pérdida momentanea de la audición.

En la llamada telefónica, realizada a las 18.45 de ayer, se advertía de la colocación de un artefacto en un vehículo Fiat 1, matrícula BI-0881-AW, propiedad de un sargento del Ejército de Tierra, destinado en el Gobierno Militar de Vizcaya.

Tras comprobar estos datos, la policía se puso en contacto con el propietario del vehículo. Éste informó que el automóvil era utilizado habitualmente por su hijo, que se encontraba en casa de su novia, en Leioa.

Un equipo TEDAX se desplazó hasta la calle de Guipuzcoa, en Leioa, donde se encontraba el vehículo. Los artificieros comprobaron que efectivamente había un explosivo bajo el coche, con la espoleta de activación activada, según informaron fuentes del Gobierno Civil de Vizcaya. Tras tomar las medidas de precaución necesarias, comenzaron a manipular el artefacto, que hizo explosión sobre las diez de la noche, informa Efe.

La explosión alcanzó de lleno a Ángel Montes, cuyo cuerpo salió despedido. Pascual Román, quien se encontraba más alejado, se vio protegido por el cuerpo del otro agente, por lo que sufrió heridas de menos gravedad.

Ambos policías fueron trasladados al hospital de Cruces, en Baracaldo, donde fueron atendidos. Pascual Román fue dado de alta mientras que su compañero fue intervenido quirúrgicamente de heridas graves en cara y manos.

El lugar fue acordonado por la Ertzaintza, mientras se inspeccionaba nuevamente la zona con perros de la Guardia Civil para comprobar si existían más artefactos por la zona.