El deporte en la RDA entra en una fase de reconversión

ENVIADO ESPECIAL

Una representación de las cenizas que han quedado de la todopoderosa DTSB, el máximo organismo del deporte alemán oriental, dimitido en pleno entre el domingo y el martes, compareció ayer ante la prensa en una insólita actitud, bien distinta del oscurantismo existente hasta ahora en la República Democrática Alemana (RDA). Incluso Ulrich Wehling, tres veces campeón olímpico de la combinada nórdica (esquí de fondo y salto) y miembro del nuevo comité, llegó a señalar: "No se puede tratar ya de traidores a la patria a los que se marchan del país".

La DTSB, que contaba con 105 miembros hasta el martes, ha pasado a tener sólo 40, con un puesto reservado para los atletas y 15 para "las otras fuerzas democráticas interesadas en el deporte", según matizó un portavoz oficial. Ahora, el deporte en la RDA, la gran bandera propagandística del anterior régimen, entra en una fase de total reconversión que durará varios meses.

Klaus Elchler, hasta el martes presidente de la DTSB, intentó rnantenerse al mando de un barco torpedeado, e incluso, tras un discurso inicial en el que repitió acusaciones ya sabidas a sus predecesores, trató de asumir la presidencia de la sesión que debatía el futuro inmediato del deporte en la RDA. Sin embargo, la conferencia de la DTSB, reunida en Kienbaun, centro de alto rendimiento a 30 kilómetros de Berlín, donde se sulcidó el tesorero Franz Ryzd y donde se han fabricado tantas estrellas deportivas en el más absoluto misterio, exigió una votación, en la que Elchler perdió de forma contundente.

Nuevo comité

La presidencia fue asumida por el primer gran ciclista alemán, Gustav Adolf Schur, que hizo un llamamiento para una discusión rápida y concreta. De ahí surgió el nombramiento, en votación secreta, de un nuevo comité de trabajo y el cese de toda actividad paralela. Se decidió apoyar la dimisión de todo el aparato anterior e incluso, aunque fue rechazada con una sola abstención y ningún voto favorable, se planteó el disolver la DTSB.El presidente interino del organismo es ahora el doctor Hans Georg Hermann, presidente de la federación de balonmano. La reconversión del deporte alemán oriental sigue pasando, en todo caso, por antiguos miembros que ahora se esfuerzan en demostrar que no hay crisis y que todas las culpas recaen sobre los dirigentes: anteriores. Curiosamente, uno de ellos, el vicepresidente Jochen Grunwald, está en el nuevo cornité con gran peso específico.

En la asamblea, todos hablaron de apertura, incluida la del profesionalismo para los atletas de alta competición, a los que no se quiere abandonar salvo que las condiciones sociales (idea repetida en varias ocasiones) impidan una ayuda especial para ellos. "El núcleo del problema no es que el pueblo esté contra los deportistas de élite, sino que fuimos aislados del deporte popular y no hubo transparencia", señaló UIrich Wehling, para justificarse denuevo, como otros atletas destacados.