Varios mandos critican un plan de reforma de la policía por creer que supondrá un alejamiento de los ciudadanos

El jefe superior de policía de Madrid, Manuel García Linarejos, está preparando una profunda reestructuración de las diversas unidades que tiene bajo su mando, integradas por unos 7.000 funcionarios. Varios comisarios han manifestado su abierta oposición a tales planes por pensar que suponen la creación de una superbrigada centralizada y, paralelamente, el alejamiento de la policía de los ciudadanos. La falta de información está originando gran inquietud en el Cuerpo Nacional de Policía, pero el jefe superior se niega a avanzar sus proyectos, porque "no hay nada definitivo".

Hace unos días, García Linarejos reunió a los jefes de las 19 comisarías de distrito y de las brigadas de Información, Documentación, Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de Madrid y les anticipó sus ideas. Los comisarios esperaban con gran impaciencia este encuentro, que se había aplazado en dos ocasiones: la primera porque el jefe quedó atrapado en un atasco; y la segunda cuando el pasado 17 de noviembre estaba a punto de iniciarse la reunión y ETA mató al teniente coronel José Martínez Moreno en la glorieta de Atocha.El jefe superior indicó a sus subordinados que se dispone a poner en marcha una amplia remodelación, basándose para ello en la circular interna 22/87, firmada por el subdirector general operativo de la Policía, Agustín Linares. Fue precisamente éste quien el pasado mes de julio apoyó a Manuel García Linarejos para catapultarle desde la Jefatura de Valencia hasta la de Madrid, que es mucho más importante.

Fuentes policiales han informado que lo más destacado del proyecto de García Linarejos consiste en formar una superbrigada de Seguridad Ciudadana que estaría compuesta por unos 1.500 o 2.000 agentes. Esta importante unidad prestaría servicio en los coches patrulla del 091 y estaría dirigida por un mando central. En la actualidad, estos policías están adscritos a las comisarías de distrito y son sus respectivos responsables quienes establecen las normas de funcionamiento y los servicios que deben prestar.

"La centralización de los coches del 091 supone un error porque entraña un distanciamiento entre la policía y los ciudadanos", según indicaron varios comisarios. El jefe superior se ha negado a hablar de estos proyectos, pese a haber sido requerido reiteradamente por este periódico.

El modelo policial existente en la actualidad en Madrid se basa fundamentalmente en las comisarías de distrito, concebidas como la célula más próxima al ciudadano. "Los policías del distrito son teóricamente quienes mejor conocen lo que ocurre en su demarcación y los problemas de inseguridad que hay en cada zona", aseguran las fuentes informantes.

Patrullas a pie

Las comisarías seguirán contando con algún coche patrulla, pero el grueso de sus efectivos humanos quedarán reducidos a los policías que vigilan a pie, a los que lo hacen en furgonetas y a los grupos de investigación de Seguridad Ciudadana (integrados por policías dedicados a efectuar pesquisas sobre pequeñitos delitos).Otro de los aspectos más controvertidos es la práctica desaparición de los grupos de Policía Judicial existentes en las comisarías de distrito, que pasarán a integrarse en la Brigada Provincial de Policía Judicial. Estos grupos son lo que ahora realizan en las comisarías las investigaciones de más alto nivel, tales como las de tráfico de drogas, robos y delitos contra las personas.

Desde hace unos días ya ha entrado en funcionamiento otro de los aspectos de la reforma todos los extranjeros detenidos por presunta estancia ilegal en España deben ser trasladado inmediatamente a la Brigada Provincial de Documentación sin pasar por las comisarías de distrito.

El Ministerio del Interior está siendo muy criticado desde hace meses por las organizaciones humanitarias y de ayuda a los refugiados, debido a la férrea política que sigue contra los extranjeros que se encuentran ilegalmente en España. E hecho de que este tema sea "especialmente delicado" puede haber aconsejado a centralizar todos los trámites en la Brigada de Documentación.

Las comisarías de barrio van a perder también a los hombres que actualmente se ocupan de realizar inspecciones oculares y recogida de muestras y huellas en los lugares donde se ha producido un robo u otro delito. Estos agentes se integrarán en el Gabinete Provincial de Identificación, si se llevan a cabo los planes que hay en estudio.

Comisarios de diversas tendencias políticas y profesionales creen que "todo esto supone dar marcha atrás en la política de acercamiento al ciudadano que inició el director general, José María Rodríguez Colorado", según han declarado a EL PAÍS.

García Linarejos, que es consciente de la convulsión que hay en el Cuerpo Nacional de Policía, ha pedido a sus subordinados que le hagan llegar sus quejas por escrito.