El PSOE busca el voto del PNV para la moción de confianza
El PSOE y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) continuarán las conversaciones para conseguir un "marco estable" de negociación sobre todo en lo relativo al desarrollo autonómico, y no descartan, sobre todo en las filas socialistas, que el voto abstencionista de los nacionalistas vascos en la investidura del presidente del Gobierno, Felipe González, se torne en voto afirmativo en la moción de confianza a la que voluntariamente se someterá Felipe González cuando se cierre el proceso electoral aún abierto por la anulación de las elecciones legislativas en Murcia, Pontevedra y Melilla.
Dirigentes socialistas y del PNV reconocieron a este periódico que en breve reanudarán sus conversaciones sobre el desarrollo autonómico que figura en la última parte de los acuerdos establecidos entre el Partido Socialista de Euskadi (PSEP-SOE) y el PNV sobre las transferencias pendientes, infraestructuras y representación del Gobierno vasco en las empresas estatales. Las puertas no están cerradas en absoluto a pesar de que los cinco diputados del PNV se abstuvieron en la votación para la investidura del presidente del Gobierno. Felipe González manifestó ese mismo día su deseo de que los nacionalistas vascos le hubieran votado para inmediatamente añadir que "el diálogo continuará".
Dirigentes del PNV se muestran cautelosos respecto a si las próximas negociaciones pueden derivar en un voto afirmativo para cuando González se someta a la cuestión de confianza. No así los socialistas, que encuentran ese objetivo muy alcanzable. González no necesitará apoyos al margen de su partido para ganar la cuestión de confianza, ya que sólo requiere la mayoría simple. Según reconocen los socialistas procurarán mayores apoyos para la cuestión de confianza para evitar la imagen de "soledad" o de repetir que la votación tenga sólo los colores socialistas y del diputado de las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC) Luis Mardones. No obstante, los socialistas continúan elogiando "el valor" de Mardones por dar su apoyo a la investidura de Felipe González.
Los socialistas quieren llega a un punto intermedio respecto a sus exigencias y a las de los nacionalistas. Estos últimos pretenden que los acuerdos se plasmen en un documento formal mientras que el PSOE huye de comprometerse por escrito y considera suficiente "el acuerdo verbal". Un dirigente nacionalista opinó que "si el PSOE a veces no cumple ni lo que está por escrito cómo va a respetar lo que no figura en ningún documento", dicho en tono jocoso y sin cerrar las puertas a una "leal colaboración" para la legislatura que comienza.
Dirigentes del PSOE aseguran que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, era totalmente favorable a aceptar el marco de diálogo que se propuso y que no estimó necesario que se suscribieran los acuerdos en un documento, pero que fueron otros miembros de su partido quienes le desanimaron a aceptar.
Esta versión es negada por los dirigentes del PNV, quienes atribuyen al PSOE una tendencia inmoderada a "las imágenes" y que cuando las conversaciones no estaban en absoluto cerradas "vendieron" que prácticamente era seguro el apoyo a González.
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