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MUNDIAL DE FÚTBOL DE 1990

España espera tener más suerte en el sorteo de hoy que en la designación de cabezas de serie

ENVIADO ESPECIALEl telón del Mundial 90 de fútbol, cuya fase final se disputará en Italia entre los meses de junio y julio del próximo año, se levantará esta tarde en Roma (a las cinco, TVE-2), una vez designados los países que serán cabezas de serie, tras una lucha en la que han primado los intereses económico-políticos sobre los deportivos. En el escenario del Palaeur de la capital romana se celebrará el acto del sorteo de las 24 selecciones participantes, entre las que se encuentra España. La selección de Luis Suárez logró clasificarse brillantemente, pero ha carecido de suerte y ayuda para conseguir un trato de favor de los miembros de esa multinacional del deporte denominada Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA), que preside el millonario brasileño Joâo Havelange. España espera tener hoy más fortuna que en jornadas anteriores.

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Como en anteriores ediciones de la Copa del Mundo, el sorteo será un espectáculo comercial y eminentemente televisivo. Por esta razón, lo estrictamente deportivo es sólo el apéndice de un acto que durará 70 minutos y será retransmitido por 80 cadenas de televisión -42 lo ofrecerán en directo-, con una audiencia estimable en cerca de 1.000 millones de telespectadores.Durante tan sólo 38 minutos, los representantes de las 24 selecciones participantes estarán en vilo, deseando con todas sus fuerzas ser incluidos en un grupo asequible a su potencial futbolístico. Teóricamente, las manos de los encargados de sacar las bolas de los emparejamientos estarán limpias, y para ello los organizadores han designado a seis ex futbolistas prestigiosos, que se han proclamado alguna vez campeones del mundo con sus países: Bruno Contil (Italia), Pelé (Brasil), Karl Heinz Rummenigge (República Federal de Alemania), Rubén Sosa (Uruguay) -su concurso es dudoso orque todavía está en activo en el Lazio-, Daniel Pasarella (Argentina) y Bobby Charlton (Inglaterra).

Los seis cabezas de serie, Italia (Grupo A, Roma y Florencia), Argentina (Grupo B, Nápoles y Barl), Brasil (Grupo C, Turín y Génova), República Federal de Alemania (Grupo D, Milán y Bolonia), Bélgica (Grupo E, Verona y Udine) e Inglaterra (Grupo F, Cagliari y Palermo) no entrarán en los bombos, donde sí estarán el resto de las selecciones, divididas en tres categorías, según su historial deportivo.

En el bombo 1 se incluirán Camerún, Egipto, Corca del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Costa Rica y Estados Unidos, como las cenicientas del campeonato. En el bombo 2, Colombia, Uruguay Checoslovaquia, República de Irlanda, Rumanía y Suecia. Y, en el bombo 3, España, Unión So viética, Escocia, Austria, Yugoslavia y Holanda, algunas de las cuales hubiesen merecido la con sideración de cabezas de serie como, por ejemplo, España u Holanda, actual campeona europea.

Un sorteo limpio

Por si el sorteo no estuviera bastante dirigido, la FIFA ha esta blecido una excepción por la que Colombla y Uruguay no podrán ser incluidos en los Grupos B o C, que están encabezados po Argentina y Brasil. Pese a todo Joseph Blatter, secretario de la FIFA, aseguró ayer a este periódico que "el sorteo será transparente: y cristalino, sin trampa alguna".

Perdido el privilegio de ser ca beza de serie, a España tan sólo le resta esperar que le favorezca la diosa fortuna. Tanto Ángel María Villar, presidente de la Fe deración Española de Fútbol como el seleccionador Luis Suárez tíenen una cosa clara: por nada del mundo desearían ser incluidos en el grupo de Inglaterra, que jugará desterrada en Cagliari. A Suárez, por el contrario, no le disgustaría que España fuera a parar al grupo de Italia, por aquello de que está más que demostrado que al país organizador siempre le tocan peritas en dulce. Además, España se enfrentaría a los anfitriones en la primera ronda y, en caso de seguir compitiendo, no volvería a encontrársela hasta la final.

Pero antes de que llegue la hora de la verdad, los 7.000 privilegiados que han sido invitados al acto del Palaeur, entre ellos más de 1.000 periodistas, podrán contemplar un espectáculo en directo que tendrá como máximas figuras a la actriz italiana Sofia Loren y a su compatriota Lucíano Pavarotti, uno de los mejores tenores del mundo.

Sofía Loren tendrá el papel de madrina del sorteo, mientras que Pavarotti saludará a los presentes y a los millones de telespectadores con la canción O Sole mio. Posteriormente, el tenor italiano interpretará la romanza Vincero de la ópera Turandot, compuesta por Giacomo Puccini. Más de 2.000 niños formarán el coro que acompañará la actuación del tenor, en un espectáculo de corte muy italiano que "tiene garantizado el éxito", en opinión de Luca Cordero de Montezemolo, director general del Comité Organizador Local de Italia 90 (COL). Por cierto, Montezemolo reconoció ayer que se había equivocado al anunciar unos beneficios de 10.000 millones de pesetas.

Para completar el marketing, durante el acto se estrenará el himno oficial del campeonato, que será cantado por Edoardo Bennato y Gianna Nannini y cuya música ha sido compuesta por Glorgio Moroder, un afamado músico que consiguió tres Oscar por la banda sonora de las películas Top Gun, Flashdance y El expreso de medianoche.

Los italianos van a echar la casa por la ventana, y lo prueba el hecho de que se hayan gastado mas de 150 millones de pesetas en obras para acondicionar el Palaeur. Pero esta cantidad es mínima si la comparamos con las cifras que se barajan en este Mundial. De Montezemolo afirma que la venta de entradas ya ha superado las marcas de recaudación del anterior campeonato, celebrado en México en 1986, y también de la Eurocopa que se disputó en la República Federal de Alemania en 1988.

Los organizadores estiman que la recaudación por la venta de entradas superará los 13.000 millones de pesetas. En el Banco Nazionale del Lavoro ya hay ingresados 5.400 millones de pesetas, que corresponden solamente a entradas vendidas en Italia, que ya está atacada por la fiebre mundialista. Sólo un dato: el 85% de las entradas para el partido inaugural, que se disputará el 8 de junio en el estadio Giuseppe Meazza -antiguo San Siro- de Milán, ya se ha vendido. Y ese día no jugará Italia, sino Argentina y otra selección que se conocerá hoy.

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