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HACÍA UNA NUEVA EUROPA

Reiniciado, el juicio contra el ex líder de los comunistas de la región de Kosovo

Ayer se reinició en Titova Mitrovica, en la región yugoslava de Kosovo, el proceso contra el ex líder de los comunistas de Kosovo, Azem VIasi, y otros 14 personas acusadas de incitar actividades contrarrevolucionarias dirigidas a la destrucción del orden socioeconómico. El juicio fue interrumpido durante 23 días. Hace tan sólo una semana, el ministro de Relaciones Exteriores yugoslavo, Budimir Loncar, aseguró ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, la determinación de su Gobierno de modificar el Código Penal y respetar los derechos humanos. El ministro se refería, entre otras cosas, al párrafo 114 del citado cuerpo legal, que especifica las actividades contrarrevolucionarias. Los abogados consideran que este párrafo suele ser aplicado por el Gobierno, según las conveniencias políticas del momento.En espera del cambio de legislación, Yugoslavia celebra un proceso político en el momento de la apertura democrática de los países de Europa del Este. La sesión de ayer sólo demostró que el fiscal carece de argumentos legales en el caso de VIasi. Irritado por los argumentos de la defensa de que la policía había inspeccionado la oficina de los jueces en presencia de éstos, hecho que demuestra la dependencia de la judicatura de las instancias políticas, el fiscal, Spasoje Zainfirovic, perdió la compostura. Con voz temblorosa, pero enérgica, gritó que los abogados y los acusados deberían demostrar su inocencia, para luego corregirse y afirmar que los abogados deberían demostrar la inocencia de los acusados. El fiscal vino a confirmar que los acusados son considerados culpables antes de ser probada su culpabilidad, algo inaudito en un Estado de derecho. Advirtió a los abogados que sus palabras podrían convertirles a ellos mismos en acusados.

Irregularidades

Intentando calmar los ánimos, el juez, Ismet Einra, dio la palabra a otro abogado para enterarse de que el defensor nunca había visto antes a su defendido. Las autoridades penitenciarias habían impedido el encuentro. Cada palabra de la defensa ponía de manifiesto irregularidades, pero el magistrado decidió pasar por alto las objeciones y anunció que el proceso continuará hoy con la lectura de los cargos contra los acusados.

El juez ni siquiera aceptó la propuesta de cambiar la sala del juicio, en donde en un espacio de unos 80 metros cuadrados se apretujaban más de 130 personas. Aunque la sala fue adaptada para la ocasión, algunos abogados ni siquiera disponen de una mesa de trabajo. Una decena de policías controlan el acceso al edificio. La sala del juicio está presidida por un gran retrato de un Tito sonriente.

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