Cuatro altos cargos abandonan Renfe, mientras arrecian las criticas entre los directivos

Cuatro altos cargos de Renfe, entre ellos el secretario general del consejo de administración, han decidido abandonar sus responsabilidades en la compañía en las últimas semanas. Según fuentes de la propia empresa, las bajas coinciden con un aumento, de la tensión tanto en los niveles directivos de la empresa como, entre los técnicos. Los directivos cesantes son el director de personal, Vicente Castrillo; el jefe del gabinete de telecomunicaciones, Carlos Pérez; el secretario general del consejo de administración, Pedro González, y el responsable de atención al cliente, Rubén Darío.

Aunque fuentes oficiales de Renfe aseguran que no hay tensiones internas, al margen de lo que pueda ser normal en cualquier gran empresa, otras informaciones en el seno de la propia compañía aseguran que la situación se ha deteriorado en los últimos meses.Una carta firmada por los seis directores de zona de Renfe a principios de año, y dirigida al responsable de gestión comercial, José María Isla, da idea la situación en la empresa estatal. En la misiva, de carácter reservado, los seis directores de zona -Vicente Rayo, Fernando Alfayate, José Antonio Villaronte, Joaquín Romero, Carlos García y Ángel Miguel Ruiz-, muestran su disconformidad por la decisión de crear jefaturas regionales de ventas. Según afirman, estos departamentos provocan "disfancionalidad entre las nuevas jefaturas y las zonas establecidas...", y originan la necesidad de efectuar "una nueva agrupación y, por tanto, un nuevo análisis de resultados sobre los ya existentes, que de por sí son numerosos". Para los directivos, la modificación supone además una "mayor dispersión en los responsables de los resultados", y un "mayor número de reuniones y personas asistentes a las misinas".

La inquietud en los niveles directivos, las críticas procedentes de los cuadros técnicos por la asunción de decisiones que públicamente han calificado de difícil realización y las expectativas que desencadena una convocatoria electoral, habrían influido, según se asegura en la empresa, en las decisiones de baja de algunos directivos.

El director de personal, Vicente Castrillo, abandonó sus responsabilidades en la red de ferrocarriles en el mes de octubre para asumir la jefatura de personal en una nueva planta de la empresa cervecera Mahou. Según la empresa, existe ya un sustituto. No obstante otras fuentes aseguran que se han llevado a cabo media docena de contactos con posibles interesados que han resultado infructuosos hasta la fecha. Vicente Castrillo ha tenido un destacado papel en la negocia ción del convenio vigente.

Cansancio

Por su parte, el secretario general de la compañía, Pedro González, asegura que.en ningún caso su anuncio de que abandonará la empresa en un futuro pró ximo se debe a discrepancias sino "a cansancio tras siete años de función pública". Abogado del Estado, Pedro González trabaja en Renfe desde la llegada de Julián García Valverde a la presidencia de la empresa.Carlos Pérez, jefe del gabinete de telecomunicaciones, abandonó tairribién Renfe el pasado martes, según ha confirmado la propia empresa. Oficialmente, el técnico habría aceptado una "buena oferta" de una empres del sector electrónico. En cuanto a Ruben Darío, responsable hasta hace pocos días de la atención al cliente y con 20 año de trabajo en el ferrocarril, no ha abandonado todavía Renfe ya que se ha acogido a los dos meses de retiro sin sueldo permitidos.

Las cuatro bajas, según opiniones recogidas en círculos próximos a los más altos niveles de Julián García Valverde forman parte del continuo goteo de directivos que se ha producido en la compañía desde la llegada de Julián García Valverde, hombre que cuenta tanto con fuertes apoyos como con importantes detractores en el partido socialista. El residente más estable en los ferrocarriles españoles desde hace tres lustros ha vuelto "la casa patas arriba en los últimos cuatro años" según expresión de un cargo de responsabilidad en Renfe. El recuento de directivos cesados o colocados en puestos "sin contenido real" desde 1985 pasa de las dos decenas, según una lista elaborada en la propia empresa, en un movimiento que se extendió a segundos niveles y departamentos tecnicos.

Entre los directivos que por distintas razones han abandonaclo Renfe o, tareas de primer nivel en los últimos años destacan Ignacio Ferriández Blanco, ex director del departamento de urbanismo y rescatado por José Barrionuevo como asesor en temas patrimoniales del Ministerio; José Luis, Santibáñez, responsable de restauración en la red; y Marcial López Linares, sustituido al frente de la filial de Renfe, Dapsa.

En el apartado de restauración, José Luis Santibáñez se ocupó de liquidar las relaciones de Renfe con la empresa Cater Tren, sucesora de Wagon Lits en la prestación de tal servicio. La compañía ha vuelto a hacerse cargo de tales tareas a través de la sociedad Sercol SA.

Las críticas, según una fuente autorizada de la sociedad, "tienún su base en las sustituciones realizada!; y con el hecho de que tan sólo un funcionario ferroviario figure en el comité de dirección".

Fuentes del sector industrial, suministrador de Renfe, aseguran que "Julián García Valverde es un gran gestor de la compañía de puertas afuera, capaz de dar una imagen renovadora y asumir decisiones políticas importantes, aunque de puertas adentro ha permitido un vacío entre la cúpula, y los niveles técnicos". Tal afirrnación coincide con la opinión, pronunciada en un despacho de la propia compañía, de que "hoy en día, Renfe carece de un modelo de empresa claro"