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La selección de baloncesto gastó 367 millones en dos años

Luis Gómez

La selección española de baloncesto gastó, algo más de 367 millones de pesetas en los años 1987 y 1988, según se desprende de las auditorías efectuadas a la federación respectiva y de informes complementarlos. Tal cifra es causa principal de un déficit que alcanzaba hace unos meses los 250 millones de pesetas. La selección de fútbol, en un período similar -1988 y 1989- habrá gastado 230 millones, pero contribuido a que la federación ingrese 550. Un internacional de baloncesto supera habitualmente las ganancias de uno de fútbol.

Los gastos que provoca la selección española de baloncesto se ha convertido en materia de especial seguimiento por el CSD y ha sido el origen de recientes conflictos entre dicho organismo y la federación respectiva. Actualmente la situación ha llegado a un punto en el que ésta recibe mensualmente la subvención pública correspondiente una vez que justifique claramente dónde va a ir a parar el dinero. El desencadenante del conflicto fue el informe de la auditoría correspondiente al ejercicio 1988, que detectaba un, coste excepcional de 155,7 millones en la selección, causa fundamental de un déficit valorado en 249,3 millones a 31 de diciembre de 1988.Según infirmes complementarios, el 84% de los gastos provocados por la participación de la citada selección en los Juegos de Seúl fueron a parar a primas a los jugadores y seleccionador. Por otra parte, dichos informes señalan que, a diferencia de lo que afirman frecuentemente los jugadores, la selección gasta más de lo que ingresa. Según los datos de 1988, la selección gastó 239.897.003 rnillones de pesetas pero es difícil precisar qué cifras de ingresos generó. Desde una perspectiva muy generosa -atribuyéndole ingresos que pueden pertenecer a conceptos más genéricos- los auditores hablan de un máximo de 222 millones.

El caso no resiste comparación con ningún otro equipo nacional. La selección de baloncesto es la que más gasta, pero no es la que más ingresos aporta. La selección de fútbol, por ejemplo, gastó entre 1988 y 1989, en plena fase ole clasificación para el Mundial de Italia, un total de 230 míllones de pesetas, pero generó unos ingresos de 550 millones, lo que supuso para la federación un superávit de 320 millones.

salarios y primas

Los salarios y primas de los internacionales de baloncesto son dos conceptos que han provocado preocupación en la Administración deportiva. Un jugador intemacional ha cobrado más de 17 millones en los últimos tres años (3.625.000 en 1987, 9.600.000 en 1988 y 4.200.000 en 1989) cifra que no ha percibido en su totalidad puesto que la féderación tiene actualmente graves problemas de tesorería. El seleccionador Díaz Miguel ha percibido cerca de los 74 millones brutos de pesetas (17.5159.232 en 1987, 33.700.000 en 1988 y sobre los 21.000.000 en 1989), cifra que se reparte entre su nómina y las primas, sin que la auditoría determine qué otro porcentaje puede percibir procedente de dietas o viajes. Su nómina en 1988 alcanzaba los 12.918.852 pesetas. Se da la circunstancia de que el equipo técnico que rodea a la selección, formado por Díaz Miguel (seleccionador), Josep Lluís Cortés (segundo), Wayne Brabender (tercero), Manuel Padilla (delegado) y Fracisco Binaburu (fisioterapeuta) alcanza anualmente un gasto mínimo, sin contar primas de 23,5 millones.

Javier Gómez Navarro, secretario de Estado para el Deporte asistió hace una semana a una reunión de la comisión interterritorial de la federación de baloncesto. Allí expuso a los presidentes de las federaciones regionales que la selección no era un negocio privado en manos de seleccionador y jugadores y que no podía sostenerse que gaste más dinero del que ingrese o que se reparta el total de lo que genere.

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