Voto de ausentes

"El bajo porcentaje de participación se explica en gran parte porque tan sólo uno de cada diez expatriados que figuran inscritos en los consulados españoles se ha tomado la molestia de apuntarse también en el censo de residentes ausentes..." (EL PAÍS, 30-10-1989).Pues bien, yo sí me tomé la molestia -por favor, no quiero que me inviten a pasar las próximas vacaciones en una leprosería-emigrantería, de verdad, gracias, pero no- de inscribirme (siguiendo las instrucciones del consulado correspondiente; es decir, no me vayan a reprochar error en el procedimiento, cuya normalización no me compete) en el censo en cuestión y, sin embargo, no he podido votar porque no se me envió la documentación pertinente. ¡Vean ustedes cómo una simple referencia estadística se convierte por obra y gracia de la habilidosa redacción del ocurrente señor I. C. en un exasperante escarnio! Y no seré el único, claro-