El 'negocio' de Telefónica
En la sección de Cartas al Director de su diario, con fecha 25 de octubre de 1989, se hacía referencia, bajo el título Desde luego, no es mal negocio, a la reclamación de la abonada Ángeles Alonso García en relación con la responsabilidad del cliente en el caso de deterioro del aparato telefónico.Al desconocer más datos de la abonada firmante, nos vemos obligados a contestar genéricamente, con la única referencia de los hechos señalados en la carta publicada.
En primer lugar, al acudir los técnicos de la compañía al domicilio del abonado, como hace mención el escrito, y comprobar que los desperfectos son responsabilidad del usuario, se le comunica que la reparación irá a su cargo, ya que la pérdida, destrucción o deterioro no derivado del uso ordinario de los equipos alquilados, se facturan a cuenta del cliente.
Por otra parte, los servicios que presta esta compañía sobre los terminales telefónicos conectados a líneas principales no incluye exclusivamente el abono del alquiler, sino que se responsabiliza del mantenimiento y reparación con visita domiciliaria tantas veces como sea preciso, incluso sustituyendo el aparato cuando la avería ha sido originada por el uso ordinario, sin cargo alguno al abonado.
A la pregunta que nos hace el usuario en la carta publicada de si es posible la compra del terminal principal, quiero aclarar que, como consecuencia de la aprobación de la ley de Ordenación de las Telecomunicaciones, que entró en vigor el 12 de enero de 1988, se empezaron a comercializar, los teléfonos supletorios, no el principal.
El equipo complementario y resto de terminales que tuviera en servicio el abonado en régimen de alquiler puede adquirirlos a precios de valor residual.- Miguel de Antonio Sánchez. Director de Telefónica
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