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Peter Fagerstedt,

responsable de las actividades de tiempo libre para los reclusos de la cárcel de Norrkoping, 200 kilómetros al sur de Estocolmo (Suecia), no cree que éstos puedan hacer un uso indebido de los conocimientos adquiridos en un curso de alpinismo en la montaña organizado por las autoridades de la cárcel. Sin embargo, el interés demostrado por los reclusos fue tan grande que ha sido necesario ampliar el número de cursos planeados. Las cárceles de esa localidad son famosas por las numerosas fugas que se han producido.

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