Fumar con dignidad

Parece que ya ha pasado la ola antitabaco y que tanta publicidad negativa sobre los fumadores se ha convertido en humo. Durante días nos tuvieron obsesionados con la idea de que fumar era una falta de respeto, una violación al derecho de los no fumadores, una actitud totalmente egoísta por parte de los adictos al tabaco, que, no contentos con estropear nuestra salud, queríamos también dañar la de ese otro sector de la población. Temerosos nos tuvieron ante la idea de una radicalización de la normativa vigente en cuestiones de tabaco y de una absoluta separación entre fumadores y no fumadores en todo lugar público. Ahora, aún no sé si afortunadamente, todo ha quedado en nada. Pero hay momentos en que te apetecería que se tomaran las más serias medidas contra aquellos que tan maleducadarnente llevan su condición de fumadores. Cuando en el metro, una vez cerradas las puertas y puesto el tren en marcha, notas cómo una nubecilla de humo pasa por debajo de tu nariz y ves el delator cigarrillo encendido, la indignación se te sube a la cabeza y piensas que es una lástima que un encargado del metro no se suba en ese momento y le meta al fumador el paquete más grande de toda su vida.- Eva Fernández López de Turiso. .