Exteriores se moviliza para liberar a un periodista preso en Kabul
El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, envió el miércoles una carta a su homólogo afgano, Abdul Wakil, pidiéndole la liberación del periodista español Jorge Juan Sánchez, detenido en Kabul desde hace más de dos meses, según fuentes diplomáticas.
El envío de esta misiva, que fue solicitada por el propio Wakil durante el encuentro que mantuvo con Fernández Ordóñez a finales de septiembre en la ONU, constituye, en opinión de las fuentes consultadas, la última gestión necesaria para conseguir la puesta en libertad del prisionero, detenido por entrar ilegalmente en Afganistán. Wakil prometió entonces en Nueva York "estudiar el caso de forma favorable".
El jefe de la diplomacia española, paralelamente, cursó otra carta a su colega turco, Masut Yilmaz, confirmándole su papel de mediador entre Madrid y Kabul, y encomendándole la asistencia consular al periodista encarcelado. Ningún país de la CE posee embajada en Afganistán. Si basta con el trámite del envío de la misiva a Wakil para excarcelar a Jorge Sánchez, España habrá tenido que pagar un precio político inferior a otros países europeos, como Francia, que para rescatar a sus ciudadanos retenidos en Kabul debieron enviar a la capital afgana emisarios con cartas del jefe de Estado.
'Mea culpa' del recluso
El periodista, de 35 años, sí tuvo, en cambio, que someterse a la tradicional exigencia afgana de celebrar un par de conferencias de prensa ante los escasos corresponsales extranjeros en Kabul, en las que, además de declararse culpable de atravesar ilegalmente la frontera, elogió la política de reconciliación nacional del líder comunista afgano Mohamed Najibulá.El ritual de la confesión de, Jorge Sánchez empezó con una acusación contra los muyahidin (guerrilla islámica) del Hezb i Islami, que, sostuvo, le indujeron a error al asegurarle que le bastaba su pasaporte para cruzar la frontera afgana procedente de Pakistán. Una vez dentro del país, subió, el 1 de agosto, en un autobús rumbo a Kandahar, pero fue apresado en el primer puesto de control militar en el que se paró el vehículo.
"Estoy decepcionado: la mayoría de los muyahidin no sabe por qué lucha" en Afganistán, mientras los que permanecen en los campamentos de refugiados en Pakistán venden, aseguró, las viudas de los combatientes caídos a guerrilleros que ni siquiera son afganos. En respuesta a una pregunta sobre qué mensaje deseaba transmitir a su familia, contestó con lágrimas en los ojos: "Desearía abrazar a mi hija".
A pesar de que, aparentemente, ignoraba que requería un visado para cruzar la frontera afgana, Sánchez no es un neófito en viajes. Estuvo una primera vez, clandestinamente, en enero de este año, en Afganistán. El periodista ha recorrido más de cien países, y tuvo una primera experiencia carcelaria en Paraguay.
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