La dueña de la residencia clausurada en Las Rozas lleva los ancianos a otra cerrada por el alcalde de Alcobendas
Una docena de ancianos que vivían en una residencia recientemente clausurada en Las Rozas fueron trasladados el miércoles por su propietaria a otra de Alcobendas que acaba de ser también cerrada por el alcalde de este municipio,José Caballero. Ambos establecimientos carecían de licencia para desarrollar su actividad. El local de las Rozas ha sido denunciado por algunos familiares de los residentes por malos tratos y atención deficiente y ya había sido clausurado hace dos años. El de Alcobendas estaba realizando obras de reforma -para habilitarlo como residencia- con personas mayores dentro.
Los ancianos de la residencia El Refugio, de Las Rozas, tuvieron el miércoles un día ajetreado. Después de que el Ayuntamiento instalara en la puerta un cartel informando de su clausura, su propietaria, Amor Rodríguez Reina, decidió trasladar personalmente, en su vehículo, a parte de los 22 ancianos que se encontraban en la casa.Una docena de ellos, según fuentes municipales, fueron a parar a la residencia Juan XXIII, de Alcobendas. Pero allí no encontraron el sosiego que precisan. Este establecimiento se encuentra en obras, carece de licencia para desarrollar su actividad y no tiene permiso para la realización de la reforma. El Ayuntamiento de Alcobendas decidió por ello clausurarlo esta semana. Cuando los inspectores municipales de urbanismo fueron a revisar las obras encontraron a varios ancianos dentro.
"El caso es que Amor Rodríguez se fue llevando a los ancianos en tandas", explica Teresa Nieto, concejal de Bienestar Social de Las Rozas. "Unos fueron a Alcobendas, pero desconocemos dónde han podido ir los otros. Según me han comentado tiene otro establecimiento en Ciempozuelos", afirma.
Denuncias de familiares
Sobre la mesa del juzgado de El Escorial reposa un expediente con al menos 10 denuncias de familiares de los ancianos contra la residencia. Casos concretos: una anciana apareció con la espalda llena de moratones, los servicios se cierran a las seis de la tarde hasta la mañana siguiente, se paseó desnuda a una anciana como castigo, a los que pagan menos les dejan sin merendar, en verano les encierran en la pista de tenis... Amor Rodríguez niega todas las acusaciones. "Sólo ha habido dos denuncias. Una de una anciana que estaba loca y pegaba a las otras y de otra que tuve que entregar al Ayuntamiento por su mal comportarniento". El resto de las acusaciones las pone en manos de su abogado."Nos han llegado denuncias tremendas", prosigue Nieto. "La hermana de una señora internada junto a su marido nos ha comentado que no la avisaron del fallecimiento del cuñado y que cuando fue a visitarla le dijo que había declarado a Amor Rodríguez administradora de sus bienes. El piso que la hermana poseía en Madrid tenía la cerradura cambiada y los vecinos le comentaron que se había vendido".
El Ayuntamiento de Las Rozas ya cerró El Refugio en el verano de 1987. Desde entonces se han sucedido las denuncias municipales y los recursos de la propiedad, hasta que el caso llegó al Tribunal Supremo. "Todas las resoluciones han sido a nuestro favor", comenta Nieto. "Sin embargo, ningún juez nos ha permitido sacar a los ancianos".
El proceso judicial continúa abierto. Amor Rodríguez ha recurrido la decisión del Ayuntamiento que también le ha denegado el permiso para abrir una sucursal, llamada Sting, en la urbanización de Los Peñascales. Éste local también fue clausurada esta semana, aunque no se encontraba ningún anciano en su interior.
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