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El Ayuntamiento de Las Rozas clausura dos residencias de ancianos

El Ayuntamiento de Las Rozas ha levantado acta de clausura de dos residencias de ancianos situadas en dicha localidad, al estimar que carecen de licencia de funcionamiento, según informaron fuentes municipales. Ambas son propiedad de Amor Rodríguez Reina.Técnicos municipales acudieron en la mañana de ayer a la residencia denominada Sting, sita en la calle del Escorial, y colocaron un cartel a la entrada para anunciar que el establecimiento quedaba cerrado. Este local se hallaba desocupado en ese momento, según comprobaron los agentes municipales a invitación de Rodríguez Reina.

La otra residencia, denominada El Refugio, se encuentra en la avenida de Atenas. La propietaria impidió la entrada de la comisión del Ayuntamiento debido a que ésta no contaba con una orden judicial para poder entrar en el recinto, por lo que se ignora el número de personas allí alojadas. También fue colocado en la puerta del establecimiento un escrito en el que se informa de su clausura.

Según las mismas fuentes, las dos residencias carecen de licencia de funcionamiento, y además "no figuran en el plan de urbanismo de la zona, en la que únicamente se contemplan viviendas unifamiliares". Las Rozas cuenta en la actualidad con una población censada de 25.000 habitantes.

Un portavoz municipal indicó que en el juzgado de El Escorial hay varias denuncias en las que familiares de algunos ancianos sostienen que éstos son víctimas de malos tratos físicos. Sin embargo, parece que el juez ha estimado que "no hay suficientes pruebas" para proceder penalmente contra Amor Rodríguez Reina.

El Ayuntamiento de Las Rozas dispone de testimonios de otras personas dando cuenta de las deficiencias de funcionamiento existentes en los dos establecimientos citados.

La guerra entre el Ayuntamiento y Amor Rodríguez se remonta a dos o tres años atrás. Entonces, la dueña de las residencias fue objeto de varios requerimientos tras los que decidió cerrarlas voluntariamente, según medios municipales.

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