Arthur Andersen y Price Waterhouse han roto las negociaciones para su fusión
Arthur Andersen y Price Waterbouse anunciaron ayer la suspensión de las negociaciones que venían manteniendo para la fusión de ambas sociedades y la formación del primer grupo mundial de auditoria y consulting. Las conversaciones fracasaron al concluir ambas partes que las diferencias existentes no podían resolverse en un período racional de tiempo. La paralización de la fusión da un cierto respiro a otras firmas del sector, que veían con alarma la aparición del gigante.
Ambas sociedades emitieron ayer un escueto comunicado para anunciar el fin de las discusiones y fuentes de las dos compañías trataron de ser fieles al acuerdo de confidencialidad suscrito por ambas entidades.Una fuente de Price Waterhouse ha atribuido, sin embargo, el fracaso de la fusión a los problemas planteados por la "estructura de Arthur Andersen, que está dividida en Company y Consulting".
Este proyecto de fusión fue anunciado a primeros de julio, escasos días después de que Arthur Young y Ernest & Whinney, dos de los ocho grandes del sector, decidieran unirse y constituir el que ahora es el primer grupo mundial, Ernest & Young, con una minuta conjunta de 4.244 millones de dólares.
Las negociaciones que han mantenido Joseph Connor, presidente de Price Waterhouse, y Lawrence Weinbach, consejero delegado de Arthur Andersen, han sido profundas y valiosas, de acuerdo con el comunicado, y ambas partes han salido de ellas con gran respeto por la otra y un mejor conocimiento del entorno profesional en que operan".
La nueva sociedad iba a tener 60.000 empleados y unos ingresos justo por encima de los 5.000 millones de dólares.
Durante la presente década ha habido numerosos intentos de fusión entre compañías de auditoría, en busca todas ellas de una respuesta a la globalización de las actividades y necesidades de sus clientes, pero hasta la formación de Ernest & Young, sólo había salido adelante la absorción en 1987 de Klynveld Main Goerdeler, a la sazón la novena del mundo, por Peat Marwick, grupo que ahora es el número dos del ranking.
Los analistas habían vaticinado problemas para Arthur Andersen y Price Waterhouse al considerar muy posible un choque de culturas empresariales entre la agresividad americana de que hace gala la primera y el clasicismo británico de ésta. Las dos sociedades, no obstante, hacían hincapié en la complementariedad de sus negocios, con una fuerte en Estados Unidos y en consultoría de gestión y la otra más sólida en Europa y en auditoría. El intento de fusión produjo nerviosismo en las otras sociedades.
La actual rentabilidad de ambas sociedades es la mayor de los ocho grandes: cada partner de Arthur Andersen produce unos ingresos de 1,4 millones de dólares, seguido, aunque de lejos, por los 844.000 dólares que genera cada socio de Price Waterhouse.
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