El mar es azul, por si no lo sabían

Todavía deslumbrados por esa especie de El submarino amarillo en que la pasada semana se convirtió El sueño eterno, de Howar Hawks, y ya tenemos aquí la nueva película coloreada, la famosa Capitanes intrépidos, realizada e 1937 por Victor Fleming a parte de una novela del escritor Rudyard Kipling.

Capitanes intrépidos es un característico filme Metro de la época, fabricado con una profesionalidad a prueba de bomba y astutamente enfocada a remover los sentimientos y hacer saltar las lágrimas -¿alguien puede contenerlas en las escenas finales?- del espectador. Uno de lo triunfos definitivos de este clásico de las aventuras marítimas es, qué duda cabe, Spencer Tracy, divertido, conmovedor Manuel, marino portugués y guía pedagógico del estirado y mocoso Freddie Bartholomew, en aquello días niño prodigio de Hollywood. A ver con qué azules nos obsequia Turner para el cielo y la mar, a ver.

Tristeza y desencanto

Que estas cosas de la televisión -y sigamos con el tema del coloreado, por ejemplo- acabará por atontar a todo el país, es algo que ya predijo -sólo que refiriéndose al Japón- el gran cineasta Yasujiro Ozu en 1959 en su película Buenos días, una de sus últimas obras, remake de otra suya de 1932. En Buenos días, película que Televisión Española emite esta madrugada, la televisión se convierte en un elemento que se infiltra en la vida doméstica de las modernas familias japonesas para cambiar sus signos de vida.

Tras su fachada de comedia amable, la película de Yasujiro Oizu esconde no pocas notas de tristeza y desencanto por una civilización que toma los hábitos del mismísimo enemigo que les arrojó la bomba. Equilibrada, elegante, sencilla puesta, en escena para una espléndida y profunda reflexión sobre el hombre contemporáneo y su destino. La podremos contemplar en versión original subtitulada, que es como deben verse las películas japonesas.

Capitanes intrépidos se emite a las 22.20, Buenos días se emite a las 2.00; las dos por TVE-1.