El oso gris de Íñigo de Oriol

Los intensos rumores sobre posibles conversaciones del presidente de Hidrola, Iñigo de Oriol, con el de Iberduero, Manuel Gómez de Pablos, dirigidas -se decía- a buscar vías de colaboración que pudieran desembocar en la puesta en marcha de un proceso de fusión de las dos compañías, fueron desmentidos en Montreal de forma rotunda por el propio Oriol."Alguien va a decir que he venido a Canadá a la caza del oso gris, y más de uno se lo va a creer", afirmó Oriol, quien matizó: "Yo hablo casi todas las se manas con la mayoría de los presidentes de las eléctricas españolas, pero de ahí a que vaya a fusionarme con el que hablo hay un abismo".Respecto de Unión-Fenosa, la mayor parte de los pronósticos que se realizan coinciden en si tuarla en ese grupo de empresas eléctricas que, en caso de poner se en marcha un proceso de con centraciones, estarían más en la situación de ser absorbidas que como parte activa y promotora de una fusión. Para protegerse de esa eventualidad, la compañía que preside Julián Trincado y la alemana Rheinisch Westfaelis ches Elektronic (RWE) diseña ron una estrategia conjunta que, según fuentes de la Administra ción, "se condicionó a la bendición oficial", que no recibió. La operación consistía en una primera fase en que RWE toma ría un 10% del capital de la eléc trica, para ir increnientando pos- teriormente ese porcentaje hasta un máximo del 20%, con lo que Unión-Fenosa no sólo se asegu raraba el suministro de energía, sino, lo que es más importante, el blindaje de un socio fuertemente capitalizado. "El sector eléctrico español no necesita ningún socio tecnoló gico extranjero, y no creemos que aporte nada diferente a lo que puede aportar uno nacio nal", argüía el secretario general de la Energía, Víctor Pérez Pita.