Aznar critica que las elecciones se planteen como un plebiscito

José María Aznar, candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno, inició ayer su precampaña electoral en Sevilla para mostrar que no se arruga, según su propia expresión, ante Felipe González y para hacer un llamamiento a la unidad del partido, en la región donde más tensiones ha producido la elaboración de las listas. En una conferencia de prensa, el candidato popular se rebeló contra la consideración de Andalucía como un feudo electoral socialista -"Sevilla no es de nadie especialmente", exclamó- e intentó combatir la impresión, aportada por los sondeos sobre intenciones de voto, de que el PSOE volverá a ganar las próximas elecciones legislativas. "Aquí está habiendo incluso chulería", protestó. "Aquí parece que las elecciones están decididas ya y que se trata de organizar un plebiscito sobre Felipe González".Aznar declaró que "el PSOE carece de la más mínima autoridad moral para dar lecciones sobre limpieza y reglas de juego democráticas". Indignado con el aprovechamiento que el Gobierno hace en períodos preelectorales de los sondeos del CIS, llegó a afirmar que dicha utilización de un organismo oficial supone "quebrantar las reglas de juego democrático y utilizar fraudulentamente: el dinero público".

El candidato popular inició su precampaña con tranquilidad, lejos de las prisas y los baños de masas de Manuel Fraga, así como con una austeridad de lenguaje muy distante del estilo andalucista de su inmediato predecesor, Antonio Hernández Mancha.

Aznar acudió a la tierra natal de Felipe González, pero llevó a cabo un programa de trabajo más dirigido al contacto con los medios de comunicación que directamente con los electores. Primero ofreció una conferencia de prensa; luego acudió a saludar al comisario de la Expo 92, Manuel Olivencia, y después visitó las obras de la Exposición Universal. Tras almorzar con los directores de los rriedios informativos sevillanos, clausuró una convención de concejales del PP.

Aznar se esfórzó por aparecer no sólo como el candidato del PP a la presidencia del Gobierno sino como el dirigente del Partido Popular que, a diferencia de otros predecesores, irá consolidando su liderazgo en el curso de los próximos cuatro años. "Esta operación", comentó respecto al camino "definitivo" emprendido por Fraga al renunciar a la Moncloa, "continuará después del 29 de octubre, sea cual sea el resultado electoral".