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'Metrópolis' presenta dos obras sobre el paisaje en su tercer programa de videodanza

El tercer espacio que Metrópolis dedica al género de videodanza presenta dos obras de interés, ambas relacionadas con el paisaje: In the blink of an eye (Amphibian dreams) if I could fly, I would fly, de la norteamericana Mary Lucier, y Hystes pulsatu, del holandés Jaap Drupsteen.

Mary Lucier comenzó a trabajar con vídeo desde su vocación en los terrenos de la escultura y la fotografía en 1973. Ha desarrollado su obra fundamentalmente a través de videoinstalación, y cuenta con una veintena de obras que han recorrido las principales exposiciones y centros de arte en Europa y en Estados Unidos durante dos décadas. Su trayectoria profesional la sitúa entre los más representativos autores norteamericanos que se dedican a la creación mediante vídeo. En la generación de los Bill Viola, Dara Birbaum, Max Almy, etcétera, Lucier se sitúa en el contexto de las vanguardias videográficas, donde aporta una visión personal narrativopictórica del tratamiento de la imagen videoincrustada en distintos ambientes.El paisaje urbano y los espacios salvajes, la relación del hombre con los agentes físicos de la naturaleza, el jardín, los glaciares y el movimiento del cuerpo humano entre ellos, son algunas de las obsesiones que Lucier expone en sus piezas. La iconografía utilizada ignora los efectos electrónicos para resaltar la fuerza y el ritmo que desprende su visión personal de la naturaleza.

La cinta que se presenta esta noche es el primer trabajo monocanal realizado por Lucier. Es el fruto de colaboraciones anteriores con la coreógrafa y bailarina Elizabeth Streb en 1985, en el vídeo-performance-instalación Amphibian. La cinta desarrolla un dúo entre la figura de la bailarina y el paisaje que la contiene. La coreografía radical de la Streb fluye al ritmo de la cámara desde el cuerpo, pasando por el agua, la tierra y el aire, alimentada sobre el deseo de volar desde la danza a las pantallas de vídeo. Ésta es la primera ocasión que TVE presta atención a la obra de esta fundamental autora neoyorquina sólo presente en España en dos ocasiones, con motivo del II Festival Nacional de Vídeo de Madrid, en 1986, y en la I Bienal de Vídeo de Barcelona, en 1987.

El contrapunto de la videodanza en el paisaje al trabajo purista de Lucier lo ofrece sin duda la pieza de Drupsteen. La coreografía de Bambi Udem se construye a partir de paisajes artificiales generados desde el ordenador y de efectos de video digital. La obra surge sobre la relación entre el realismo de los bailarines y la extrema ficción que ofrece la textura, el color y la forma de las imágenes sintéticas.

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