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La apertura del mayor centro islámico de Europa se demorará unos meses, pese a estar terminado el edificio

La construcción del Centro Cultural Islámico, en el borde de la M-30, se encuentra terminada, aunque el edificio, que cuenta con una mezquita y un centro cívico, no podrá entrar en funcionamiento hasta dentro de unos meses. La razón es que la Liga Mundial Islámica aún no ha adjudicado las obras para urbanizar la parcela ni amueblar un centro que, con 20.000 metros cuadrados, será el mayor de Europa. El equipo que ha dirigido las obras, en las que se han invertido 1.450 millones, intenta ahora valorar los trabajos que restan, aunque reconoce que su coste y duración dependerán de unas actividades todavía por determinar.

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Celosías y suelo radiante

Con sus paredes recubiertas de mármol blanco de Macael (Almería) y su minarete de 36 metros de altura, el edificio del gran Centro Cultural Islámico, situado entre los Servicios Funerarios y los bloques colmena del barrio de la Concepción, se ha convertí do ya en uno de los edificios más singulares de la M-30.El proyecto, con el que los polacos Jan Czarny, Jolanta Singer-Zemla y Marck Zemla ganaron el concurso internacional al que se presentaron 455 equipos, apenas ha sido variado en estos 24 meses de trabajos. Rafael de la Hoz Castanys, arquitecto director de la obra, asegura que tan sólo se ha cambiado el mármol italiano previsto por el de Macael y se ha suprimido una piscina proyectada bajo la mezquita.

Los trabajos comenzaron a finales de 1987. Lo primero que hubo que hacer fue reforzar la cimentación, al encontrarse un antiguo viaje de agua, y orientar la construcción hacia La Meca, labor a la que se dedicaron varios días. "La Meca está a 104 grados, un minuto y 44 segundos del norte geográfico. Hubo que determinar dónde estaba el norte geográfico y para ello usamos tanto la brújula como el sol".

De esta forma el equipo encargado de la obra y los técnicos de Dragados y Construcciones, empresa a la que fue adjudicada la obra que financia personalmente el rey Fahd de Arabia Saudí, dedicaron varios días a establecer las correcciones entre el norte magnético y el norte geográfico y a marcar hora a hora la longitud de la sombra de una varilla puesta perfectamente vertical sobre un gran tablero. Hoy una ventana alargada abierta en la mezquita indica a los musulmanes la dirección hacia donde deben dirigir sus oraciones.

Seis plantas vacías

La entrega del edificio al embajador de Arabia Saudí en España por parte de Dragados está prevista para los próximos días. En la actualidad sólo queda poner una gran celosía de madera y terminar de limpiar este inmenso edificio de seis plantas, tres de las cuales son subterráneas.

Sin embargo el edificio no podrá ser utilizado de momento, pues se encuentra absolutamente vacío. Aulas, viviendas y oficinas no se distinguen al no haber un sólo mueble. Lo mismo ocurre en las cafeterías, salas de exposiciones o en el gran salón de actos en el que la moqueta espera a ser cubierta por 500 butacas. En el exterior, el edificio está bordeado no por jardines y fuentes sino por taludes y montones de tierra. El arquitecto director de la obra calcula que los trabajos de urbanización, decoración y amueblamiento pueden durar unos cuatro meses desde la adjudicación. Sin embargo, la Liga Mundial Islámica, que es la titular del edificio, todavía no ha encargado estas obras. Fuentes de la embajada de Arabia Saudí manifestaron ayer desconocer aún la fecha de recepción de la obra y reconocieron que faltan las obras exteriores y la decoración interior. Tampoco han sido nombrados los miembros del equipo directivo del centro que deberá elaborar la totalidad del programa de actividades.

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