Volver a empezar
Hay un vocablo inglés, hindsight, que varios diccionarios traducen por medio de una definición o de una paráfrasis. El sentido directo y primario es: mira o alza trasera de un arma de fuego. Por extensión significa: la percepción tardía de lo que se debió hacer, o decir, pasada la ocasión. Esta última significación ha terminado por imponerse sobre el sentido originario: sólo quienes se interesan por armas de fuego podrían dar al término en cuestión su sentido primario.En cambio, casi todos los anglófonos lo usan hoy en lo que ha terminado por ser su acepción más extendida, como cuando se dice que ahora se ve claramente que fue un error hacer o decir lo que se hizo o dijo y que convenía haber hecho o dicho otra cosa (o haberse abstenido de hacerlo o decirlo), o como cuando un político advierte que lo que ha venido ocurriendo desde que tomó tal o cual decisión no es lo que esperaba que hubiese ocurrido, de modo que obviamente se equivocó. Desde luego, no habría hecho o dicho lo que dijo o hizo si hubiese tenido a la sazón un conocimiento más acabado o una comprensión más justa de la situación en que se vio envuelto.
La palabra "tardío" en la definición o paráfrasis mencionadas expresa claramente esos sentimientos. Lo que se estima que se debió hacer o decir (o abstenerse de hacer o de decir) se le ocurre a uno demasiado tarde; más tarde en todo caso de lo que se hubiera deseado, de modo que ya no se puede hacer nada, o nada que valga la pena, para evitar las supuestamente deplorables consecuencias de lo hecho o dicho. Es una verdadera lástima; de haberlo sabido, otro gallo nos cantara.
¿Cómo traducir tantas cosas con un solo vocablo?
Puesto que los coches están dotados de retrovisores, que permiten mirar hacia atrás en el espacio, ¿por qué no usar el término 'retrovisión' para el tiempo? Esto sería mejor o, en todo caso, más breve que una definición o una paráfrasis. Mejor asimismo que acudir a otros vocablos u otras expresiones -por ejemplo, "retrocepción" o "percepción retrospectiva" de uso infrecuente, si no nulo, y que en todo caso huelen a jerga de psicólogo. Pues entonces, ¿por qué no apelar a 'retrospección', que el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia define "acción y efecto de retrotraer"? Al fin y al cabo, se trata de algo retrospectivo, que "se refiere a un tiempo pasado", justa y precisamente como el vocablo inglés de marras. Pues porque estos sentidos revuelven en torno al verbo "retrotraer", que tiene el sentido traslaticio de "fingir que una cosa sucedió en un tiempo anterior a aquel en que realmente ocurrió, ficción que se admite en ciertos casos para efectos legales".
No es que el inglés sea, como los angloparlantes petulantemente alegan, más rico que el español, ni que el español sea, como los hispanoparlantes obstinadamente claman, más rico que el inglés. Es simplemente que la sinonimia es problemática y no sólo con respecto a vocablos de dos lenguas distintas, sino inclusive con respecto a términos de un mismo lenguaje. Lo que ocurre las más de las veces es que el usuario de una lengua acude a formas de expresión distintas de las corrientes entre los usuarios de otra. Los hispanoparlantes no están en absoluto incapacitados para experimentar la "percepción tardía" a que me referí, pero lo expresan de otro modo, a menudo, curiosamente, entre signos de exclamación: "¡Demasiado tarde! ¡Ah si lo hubiera sabido!". Y si se le pregunta al apesarado: y si lo hubiera sabido, ¿qué?, le contestará seguramente que en tal caso habría procedido de modo distinto. Y ahí está el cogollo del asunto. El estado de ánimo de que hablo podría designarse mediante el título de una película de sabor rancio y romanticón: Volver a empezar.
Volver a empezar ¿qué? Bueno, pues lo que salió mal. Algo (por lo común, una decisión acompañada de una acción) de que uno se arrepiente no necesariamente por razones morales ni por escrúpulos religiosos, sino más bien porque tiene ahora la impresión, o abriga la ilusión, de que de haber procedido entonces de forma distinta se habría evitado muy ingratas consecuencias o habría conseguido alguna cosa que juzgó deseable y que ya no se puede recuperar (la ocasión la pintan calva., pero debían de haberla piritado cuando menos con un pelito, justa y precisamente el maldito pelo que se escapó de las rinanos o que ni siquiera se podía ver). Los ejemplos son innumerables. Hace cinco años Juanita, que tenía mucha prisa para llegar puntualmente a una cita, atravesó la calle y como había mucho tráfico la atropelló un coche; la tuvieron que llevar al hospital en una ambulancia y aunque la operaron con éxito de la columna vertebral sufre todavía con demasiada frecuencia de dolores de espalda que la ponen de malhumor y que le impiden pintar, que tanto le gustaba, y ocuparse de su madre, que tanto lo necesitaba; por si fuera poco, el autor del atropello, que seguramente estaba borracho, se escabulló y Juanita no pudo ni siquiera obtener ninguna compensación económica. Pero... pero si a Juanita se le hubiera ocurrido que, después
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