MOPU, Ayuntamiento y Comunidad anuncian el cierre del anillo de la M-30 para el próximo verano

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), el Ayuntamiento de Madrid y la comunidad autónoma anunciaron ayer el cierre definitivo, del anillo de la M-30 para el verano de 1990. La comisión de seguimiento del Plan de Accesos a Madrid, que repasó ayer el estado de las obras en las autovías de circunvalación y penetración a la capital, prevé una inversión de 70.000 millones para descongestionar la M-30 y las carreteras radiales en el área metropolitana.

El tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, el centrista José Luis Garro, dijo al término de la reunión de ayer que la comisión de seguimiento había comprobado que las obras del Plan de Accesos "iban a buen ritmo". Garro, que encabezó la representación municipal, subrayó que a lo largo de 1990 entrarán en servicio una buena parte de los tramos de carreteras previstos.

La conexión de las carreteras nacionales I y VI, y el cierre del anillo de la M-30 se producirá a través de dos vías urbanas: la avenida de la Ilustración, y el eje de Sinesio Delgado, que enlazarán la avenida de la Castellana y la autovía de Colinenar Vicio con los nudos de La Zarzuela y Puerta de Hierro, respectivamente.

Sin embargo, a pesar de la elevada capacidad de absorción de tráfico de estas dos vías, habrá que esperar hasta el verano de 1992 para circunvalar la totalidad de la capital por autovía. En esa fecha está prevista la terminación de la vía del Arroyo del Fresno, que unirá directamente el arranque de la N-I con la carretera de La Coruña. Garro señaló que se han tenido en cuenta las repercusiones medioambientales del paso de una autovía en el entorno del monte de El Pardo. Para ello, ante las dificultades que presenta el subsuelo de esa zona para excavar túneles, se cubrirán parcialmente algunos tramos de su trazado.

Otro de los nuevos accesos que entrarán en servicio el año próximo será la vía borde de Hortaleza, que enlazará el norte de la M-30 con el aeropuerto de Madrid-Barajas y la carretera de Barcelona. En este paquete de nuevos viales se incluyen el acceso norte a Mercamadrid, el denominado nudo Supersur (en la N-IV), y el eje de Los Poblados, entre las carreteras de Extremadura y Andalucía.

La financiación de estas obras corre a cargo del MOPU y de la Comunidad de Madrid, en tanto que el Ayuntamiento participa en los convenios del Plan de Accesos con la aportación de suelo.

El director de Transportes de la comunidad, Fernando Menéndez, destacó que las obras de la segunda autovía de circunvalación, la M-40, se hallaban muy avanzadas en la zona sur del área metropolitana.

El director de carreteras del MOPU, Rafael Fernández Sánchez, señaló por su parte que la descongestión de la carretera de La Coruña deberá esperar hasta 1992. Las expropiaciones necesarias para ampliar en cuatro el número actual de carriles y el retranqueo de las conducciones de agua y del tendido eléctrico que se canalizarán mediante una nueva galería de servicios son los responsables del retraso.

La comisión de seguimiento acordó también ayer que la conexión de la N-I con la N-II, a través del eje El Goloso-Alcobendas-Barajas, se efectuará mediante una cerretera desdoblada en cuatro carriles.

En la próxima reunión de la comisión de planificación del Plan de Accesos, prevista para la primera semana de octubre, han sido invitados los Ministerior de Hacienda y Transportes para abordar el diseño del tercer anillo de autovías, la denominada M-50.