_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Renovarse o...

¿QUÉ SENTIDO tiene el no alineamiento en un mundo en el que las tensiones Este-0este., tienden a desaparecer? A esta pregunta tendrán-que responder los 60 jefes de Estado y de Gobierno reunidos desde ayer en Belgrado para asistir a la IX Conferencia del Movimiento de Países No Alineados.Creado hace 28 años precisamente en la capital yugoslava, el movimiento pensado por Tito, Nehru y Nasser tenía como objetivo frenar la tendencia, entonces dominante, a dividir el miando en dos campos: uno amigo de EE UU, otro amigo de la URS S. El no alineamiento respondía a la necesidad de salvar, por encima de simpatías ideológicas, la solidaridad entre países que habían salido del colonialismo, de frenar una militarización que dañaba sobre todo a los países débiles y de evitar que, llevando al límite la contradicción entre el Este y el Oeste, se rompiese toda posibilidad de cooperación en problernas de interés para el mundo entero. Por ello, el Moviiniento de No Alineados ayudó eficazmente al mantenimiento de la ONU cuando las grandes potencias la ignoraban.

Con esa orientación, dicho movimiento ha pasado de los 25 Estados que se reunieron en 1961 a los 102 que asisten a la actual confemncia. En los períodos agrios de la guerra fría estuvo sacudido por fuertes tensiones internas: ciertos países, como Cuba, intentaron atraerlo, en nombre del antúmperialismo, a la órbita de la URSS. Pero el peso de los países moderados logró mantenerlo dentro de: un marco político de no alineamiento. Pero, aunque pudo salvar los riesgos de disolución interna, el Movimiento de No Alineadosnunca ha tenido, en cambio, capacidad para resolver conflictos, ni siquiera los surgidos entre sus miembros, como lo confirmó trágicamente la guerra de Irán-Irak. Su presencia en la escena mundial se ha manifestado con grandes declaraciones, pero con escasas acciones concretas.

Seguir por ese camino en un mundo en el que el praginatismo va desdibujando fronteras ideológicas carecería de sentido. Por eso, el lema de la actual conferencia es la modernización. En un doble sentido: en cuanto al contenido y en cuanto a los métodos. En el primer aspecto, la economía y sobre todo la deuda extema serán desde ahora prioritarias. El objetivo central será que el problema de la deuda sea enfocado sobre bases políticas y no desde la simple relación técnica deudor-acreedor. Además de gestiones ya en marcha, una vía eficaz para presionar a los países más ricos puede ser -como propusieron en París a los siete grandes la India, Egipto, Senegal y Venezuela- una reanudación a alto nivel del diálogo Norte-Sur.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En cuanto a la modernización de la actividad del movimiento, se trata, como ha dicho el canciller de México, de "fortalecer los métodos y formas de acción, a fin de imprimirles mayor dinamismo y eficacia". Objetivo ambicioso, ya que no será fácil que un agrupamiento de Estados tan numeroso, y por lo mismo tan heterogéneo, desarrolle una actividad diplomática conjunta con verdadera eficacia ante los complejos problemas que afectan al Tercer Mundo. En todo caso, en una perspectiva de fortalecimiento del papel de la ONU en la vida internacional, una evolu,ción de los no alineados que los aleje de los llamamientos retóricos y los acerque a la búsqueda de soluciones constructivas será una gran ayuda para consolidar las causas pacíficas. Evolución que a todas luces no satisface a todos: la ausencia de Fidel Castro es significativa; como lo son, en otro sentido, los gestos propagandísticos de Gaddafi.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_