La varita mágica o el bastón de mando
Permítanme los madrileños desearles que hayan tenido unas felices vacaciones estivales y que hayan relajado sus nervios antes de volver a enfrentarse, a la vuelta del veraneo, con los rigores de un tráfico que, si ya de por sí es complicado en una ciudad como Madrid, creo honestamente que está llamado a empeorar ante la ausencia de ideas claras al respecto por parte del equipo de centro-derecha que gobierna actualmente el Ayuntamiento.Un equipo al que, en bien de todos, le convendría haber aprovechado asimismo el verano para abandonar la demagogia y realizar una reflexión sobre los problemas del tráfico en Madrid. A esa reflexión, que yo espero fecunda y serena, quisiera contribuir con una serie de observaciones realizadas desde la perspectiva del atento seguimiento a que me obliga mi condición de concejal y, hasta hace poco, responsable de la circulación y el transporte en la ciudad.
El tráfico es, lo sabemos todos por experiencia, una cuestíón díficil, pero los ediles estamos para hacer frente a los problemas y no para echarle la culpa al empedrado, como decimos en mi tierra, cuando las cosas no funcionan. Si hay algo que los inteligentes ciudadanos no piden a ningún responsable municipal es que tenga esa varita mágica de la que afirma carecer el actual alcalde, entre otras razones porque creo que nadie sería capaz de imaginar al señor Rodríguez Sahagún oficiando de mago pese a su reconocida capacidad para desempeñar los más inverosímiles papeles, incluido el de alcalde. Pero lo que sí van a exigir los ciudadanos, y están en su perfecto derecho, es que esa otra vara, la de mando, se utilice con decisión para llevar a cabo tanto los proyectos propios como aquellos otros que ya están en curso de ejecución.
El equipo de gobierno socialista, pese al marco de dificultades que ha supuesto hallarse en minoría en el pleno, desarrolló, en materia de circulación, un programa de actuaciones que podríamos resumir en dos grandes apartados a corto y medio plazo, atendiendo al tiempo de su realización. Las medidas a medio plazo se encuentran en su mayoría contenidas en el más ambiguo programa realizado sobre el tráfico y transporte en Madrid: Medidas para la mejora de los transportes y el tráfico en Madrid y su región metropolitana, conocido como Plan Felipe.
A este respecto, es imprescindible que, salvando las contradictorias manifestaciones de los distintos representantes, el actual equipo de gobierno municipal manifieste con claridad su posición respecto al denominado Plan Felipe, para que se puedan tomar por la Comunidad, Ayuntamiento y Gobierno del país las decisiones adecuadas que permitan con tiempo prever las decisiones necesarias en los presupuestos respectivos.
Por otra parte, las medidas a corto plazo, que se encontraban recogidas en el paquete de actuaciones aprobadas por el pleno del 28 de octubre, se han ido aplicando con estricta escrupulosidad hasta finales del mes de junio, pero es imprescindible que no se paralicen las decisiones sobre aspectos fundamentales que estaban en marcha, como la reorganización y modernización de la ORA, presentada al pleno por el anterior equipo; la aprobación y aplicación del nuevo bando de carga y descarga; la reunión del Consejo Consultivo de Circulación; la finalización del proceso de cobro eficaz de las multas mediante la notificación fehaciente, el pleno tratamiento informático y el cobro efectivo del embargo de cuentas corrientes.
En resumen, nadie espera milagros, sólo honestidad en el trabajo, asunción de responsabilidades, decisión de no paralizar lo comenzado y lealtad en la paternidad de los proyectos iniciados.
Señor Rodríguez Sahagún, utilice la vara de mando, dejando para los cuentos infantiles la evocación de la varita mágica.
Eugenio Morales Tomillo fue responsable de Tráfico en el Ayuntamiento de Madrid hasta el pasado 29 de junio.
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