Bakú, en pie de guerra a favor de una mayor autonomía de Moscú
Más de 100.000 personas se manifestaron en Bakú, capital de Azerbaiyán, para pedir más autonomía para la república y exigir el cese del gobierno directo de Nagorno Karabaj por parte de Moscú. La muchedumbre congregada en la noche del sábado hacía ondear banderas con la media luna musulmana y gritaba. "¡huelga, huelga!". El Frente Popular Azerbaiyano amenaza con llamar a una huelga general si el Kremlin continúa la administración directa de Nagorno Karabaj. Esta provincia autónoma pertenece a Azerbaiyán, pero la mayoría de la población es armenia. Moscú introdujo el gobierno directo del Comité Especial, que se subordina al Kremlin y no a Azerbaiyán, para detener los conflictos interétnicos que ya han causado más de 100 muertos.Hubo llamamientos para destituir a Abdul Vezírov, jefe del partido comunista azerbaiyano, por ser demasiado dependiente de Moscú, y para decretar una huelga a partir del lunes. "Nuestra paciencia se ha terminado. Sabemos que representamos una fuerza que hay que tener en cuenta, y no cejaremos hasta obtener la soberanía y la integridad de nuestra patria", manifestó un activista del Frente Popular.
Mientras los azerbaiyanos presionaban por sus reivindicaciones, a pesar de que en Bakú hay toque de queda y los mítines están prohibidos, por la televisión central Egor Ligachov, miembro del Politburó, lanzaba una nueva advertencia contra los nacionalistas.
"Nacionalistas y separatistas de todo tipo están trabajando para desunir y debilitar a la dirección soviética. Debemos tornar medidas; pero no medidas represivas ni dictatoriales, sino políticas", manifestó Ligachov, que es considerado líder de los conservadores dentro del partido comunista. Ésta es la segunda advertencia de un miembro del Politburó en la semana. La anterior vino de labios de Víctor Chébrikov, ex jefe del KGB. Hay que aplicar la fuerza de la ley "contra quienes tratan de ganar capital político con la sangre de la gente, sembrando la enemistad entre las nacionalidades", dijo Chébrikov en la Academia de Ciencias Sociales.
