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Un matrimonio alemán y sus dos hijas fueron estrangulados y cubiertos con hormigón en Ibiza

La Guardia Civil descubrió el sábado en Sant Josep (Ibiza) los cadáveres de cuatro miembros de una familia alemana -el matrimonio y sus dos hijas, de seis y cuatro años-, que, tras ser estrangulados con alambres, fueron enterrados en una fosa y cubiertos con hormigón cerca de un edificio en obras, según informó ayer el diario La Prensa de Ibiza. Este inmueble, cuya demolición había dictado el Ayuntamiento de Sant Josep, estaba a nombre de la mujer asesinada, Beate Josephine Warner. El móvil del cuádruple asesinato aún se desconoce, si bien fuentes próximas a la investigación apuntan un posible ajuste de cuentas.

Esta hipótesis se apoya en que la familia, con un aparente bajo poder adquisitivo, no podía ser la promotora de un edificio de apartamentos de tres plantas, con un valor final de unos 200 millones de pesetas, por lo que existen fundadas sospechas de que fuese pagado con dinero negro. El Ayuntamiento de Sant Josep decretó la demolición del edificio dado que la licencia de obras concedida a Beate Josephine Warner sólo se refería a la reforma de una vieja masía en estado de práctica ruina. Sin embargo, el inmueble estaba siendo transformado en un edificio de tres plantas, posiblemente para convertirlo en apartamentos o en un pequeño hotel.La orden de demolición pudo provocar la represalia de los auténticos financiadores de las obras, que podrían haber optado por vengarse de la familia, según la hipótesis apuntada. La familia asesinada residía desde hacía diez años en Ibiza y su principal actividad era el alquiler de apartamentos a turistas de su misma nacionalidad.

Esta hipótesis, sin embargo, todavía no ha sido confirmada por los responsables de la investigación, quienes ayer no habían desvelado el móvil que, a su juicio, pudo inducir a los asesinos. En un primer momento, la Guardia Civil interrogó a varios ciudadanos marroquíes por si pudieran estar implicados en los hechos, ya que dos de ellos habían trabajado como albañiles en unas reparaciones que se estaban realizando en la vivienda de la familia alemana. Los dos norteafricanos, cuyo paradero se desconoce, abandonaron el municipio el pasado miércoles, justo un día después de que la familia desapareciese misteriosamente. La Guardia Civil confirmó ayer que no había practicado ninguna detención.

Las víctimas son el matrimonio compuesto por Richard Schmidt, natural de Colonia; su mujer Beate Josephine María Werner, de 41 años, y sus dos hijas Alejandra y Bianca, de 6 y 4 años, respectivamente. Los cadáveres se encontraban en avanzado estado de descomposición, por lo que la Guardia Civil considera que las cuatro personas pudieron ser asesinadas el pasado martes, último día que se tuvo noticias de la familia.

23 perros

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Dos vecinos de las víctimas, Vicente Ribas y J. González Márquez, comunicaron el sábado a la Guardia Civil su inquietud por la desaparición de la familia alemana. Estos dos vecinos pensaban que el matrimonio y sus hijas no habían abandonado la isla ya que sus automóviles permanecían en su vivienda y se escuchaban los incesantes ladridos de sus perros hambrientos. El domicilio del matrimonio estaba protegido por 23 perros.Una mujer que responde al nombre de Ivonne, compañera de trabajo de Beate Werner, también denunció a la Guardia Civil la desaparición de la familia con la que mantenía una relación muy estrecha y de la que no tenía ninguna noticia desde el martes. Ivonne, que compartía con la víctima un negocio de cambio de divisas en Sant Antonio, sospechó que algo extraño ocurría tras advetir que su amiga no se había presentado a trabajar el miercóles y que tampoco respondía al teléfono, informa Patricio Candia.

Tras recibir la denuncia, la Guardia Civil inspeccionó el domicilio de la familia sin encontrar ningún indicio extraño. No obstante, uno de los agentes observó en el edificio en obras, distante pocos metros de la vivienda, unas grietas anormales en una capa de hormigón de una acera, de donde se desprendía un pestilente olor, y descubrió los cuatro cadáveres.

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