Poesía y presente
La poesía sigue siendo un arma cargada de futuro, repetía una y otra vez Paco Ibáñez en el momento más apasionado de su actuación, el pasado sábado, en el polideportivo Príncipe Felipe de San Lorenzo de El Escorial. El texto de Gabriel Celaya continúa siendo la columna vertebral, artística y moral, sobre la que reposa un Ibáñez que no ha perdido el carácter rebelde que le convirtió en cantautor de leyenda. "Estamos tocando fondo", martilleaba obsesivamente ante apenas 300 espectadores, 22 años después de que ese poema fuese musicado y grabado por primera vez.El cantautor valenciano tiene 55 años, su voz no es la de antaño, y el comienzo de su recital estuvo marcado por los nervios y la inseguridad. A medida que pasaban los minutos fue centrándose, y acabó conectando con el público. Cuatro acordes de guitarra y un puñado de versos (eso sí, versos de José Agustín Goytisolo, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Rubén Darío, León Felipe y Rafael Alberti, entre otros) es todo lo que Paco Ibáñez necesita para ser Paco Ibáñez. Rompiendo esa apabullante sencillez, y quebrando así el riesgo de caer en monotonía, el magnífico pianista Mariano Marín le acompañó en algunas canciones.
Xavier Ribalta y Paco Ibáñez
Xavier Ribalta (guitarra y voz), Paco Ibáñez (guitarra y voz) y Mariano Marín (piano). Polideportivo Príncipe Felipe. San Lorenzo de El Escorial, 19 de agosto.
Anteriormente había actuado el leridano Xavier Ribalta, mucho más intimista y complejo. Sobrado de voz, efectivo con la guitarra y también ayudado a la perfección por Marín, dio un repaso a sus 27 añosen el mundo'de la música. Letras de Joan Maragali y, sobre todo, de su último disco, dedicado por entero al poeta catalan Apel.les Mestres, musicadas con gran delicadeza y pasión.
El Cant espiritual, basado en un poema de Maragall, es la base de su trabajo, y alrededor de él se crea la ambientación que marca sus conciertos.
Ribalta figuraba en los carteles promocionales como "la voz profunda de Cataluña", y trató de justificar esta frase en todo momento derrochando coraje. Paco Ibáñez, "la canción de hoy y de siempre", se recreó en un pasado cercano de fácil adaptación al presente.
Forman una sólida pareja de cantautores que, con casi 30 años de amistad y colaboraciones, trabajan con el mismo entusiasmo que antaño. Pero el tiempo no juega a favor de la canción de autor, y así Paco cerraba la noche citando a Rubén Darío: "La vida es dura y amarga / y ya no hay princesa a la que cantar / juventud divino tesoro / ¿ya te vas para no volver?".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.