Lita Trujillo
se quedó de piedra cuando un periodista de Marbella se introdujo en el lavabo de señoras, micrófono en ristre, para entrevistarla. Entre carcajadas por la ocurrencia, Lita señaló, mientras se retocaba los labios, que detestaba su nombre, que en realidad es Lía Iris Menchiliki Klussnarr, y que siempre se deja llevar por "el cerebro y las vísceras". Cuestionada por sus amores, contestó cantando un estribillo que decía: "Los sabios nunca se enamoran porque no saben lo que es tener el corazón encima del cerebro".
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