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La edad del cobre en Covibar

Excavaciones en un yacimiento arqueológico hallado en la urbanización mas importante de Rivas Vaciamadrid

Jorge A. Rodríguez

Cuatro mil años antes de Cristo, un poblado nómada se instaló en Covibar, esa urbanización de Rivas Vaciamadrid donde cada vez que sopla la ventolera se vuelan los tejados. Eran personas que usaban el cobre, levantaban cabañas y molían trigo. Gente de toda Europa ha venido a comprobarlo. Rodeados de edificios y un instituto, excavan en la montaña de yeso donde se encuentra el yacimiento.

Corría el año 4000 o 3500 antes de Cristo cuando el poblado nómada decidió asentarse sobre un pequeño otero de yeso. Tres ríos cercanos (Jarama y Marizanares entre ellos) hacían el asentamiento ideal. Construyeron sus viviendas con piedras, ramas y barro. Tallarcn sus utensilios en hueso y sílex, comenzaron a saber y qué era eso del cobre. Pasaron los años y la huella de sus vidas quedó impregnada en uno de los estratos del montículo. Siguieron pasando los años y un poblado de nómadas de Madrid decidió que ése era un buen sitio para construir sus casas. Nacía así Covibar, una cooperativa de viviendas baratas cuyos propietarios eligieron como poblado el mismo lugar que sus antepasados de hace- 6.000 años.

Hoy, los vecinos de Covibar tienen con qué entretenerse con sólo salir a sus ventanas. A un lacio, los trabajadores de Construcciones y Contratas terminan las obras del instituto. A un par de metros, unos 20 jóvenes rascan el suelo de una cata arqueológica.

Armados de cepillos, espátulas y paciencia excavan despacio para no destruir lo que encuentran. Fondos de cabañas de hace casi 6.000 años, molinos de grano, piedras y huesos tallados, restos de cerámica... "Hay que ir despacio, porque hay una gran riqueza arqueológica, ya que éste es uno de los mejores poblados de la edad del cobre de Madrid", afirma Leonor Berzosa, arqueóloga de la Comunidad y directora del yacimiento.

Restos bajo el instituto

El yacimiento tiene una superficie de unos 3.500 metros cuadrados. Esa superficie es inferior a la que ocupaba el poblado. Bajo el instituto se sabe que hay restos en abundancia, ya que cuando comenzaron las obras aparecieron los primeros fondos de cabañas. José Luis Hernández, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento, descubrió el yacimiento. "Cuando levantaron un talud para hacer el colegio encontré muchos restos de cerámica agrupados en la misma zona", comenta.

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Algo había que hacer. El Ayuntamiento negoció con Covibar para que aplazara sus planes de construir pisos encima del yacimiento. La licencia de obras aún no estaba concedida. La Comunidad fue informada. Leonor Berzosa realizó una peritación del terreno.

A excavar. El Ayuntamiento montó un campo internacional de trabajo a medias con la Comunidad. Pero faltaba el elemento foráneo para que de verdad fuera internacional. ¿Pero quién conoce Rivas en Europa? Franceses, italianos y alemanes han elegido este pueblo para hacer sus pinitos arqueológicos. Trabajan cuatro horas, duermen en un colegio cercano y pasan sus juergas en Madrid. Todo un plan de verano. Leonor y varios contratados mas continuarán los trabajos cuando ellos se vayan.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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