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Los nuevos autobuses se han pintado hasta cuatro veces por los cambios de opinión de los concejales

Juan Antonio Carbajo

Algunos de los nuevos autobuses que ENASA-Pegaso ha construido para el Ayuntamiento de Madrid han protagonizado una historia rocambolesca. Seis autobuses han sido pintados cuatro veces y 32 llevan al menos dos capas de pintura, todo antes de que hayan entrado en servicio. Los cambios de opinión del anterior concejal, el socialista Eugenio Morales, y la decisión rinal de su sucesor, el centrista Eduardo Larraz, han sido la causa de este baile de colores, cada uno de los cuales, ha costado una media de 300.000 pesetas.

Los 300 nuevos autobuses que el Ayuntamiento encargó en enero pasado a ENASA-Pegaso pasarán a la pequeña historia local. Serán los primeros que circulen por Madrid con aire acondicionado, y romperán la tradición cromática de los últimos años: el rojo dejará paso a la policromía de la chapa: verde, amarillo y blanco. La empresa Pegaso recibió entre enero y julio hasta cuatro órdenes distintas sobre el color final con que debería pintar los autobuses que estaba construyendo. En el contrato figuraba el rojo, y así se ratificó en la reunión que el consejo de administración de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) mantuvo en marzo, en contestación a una pregunta del representante del Consorcio de Transportes. El vocal de Izquierda Unida, José Luis Pestaña, no recuerda que en aquella reunión se decidiera nada sobre un cambio de color. Sí se aprobó entonces dotarlos de aire acondicionado, lo que elevó el coste de cada autobús en más de un millón de pesetas.

Sin embargo, Pegaso empezó a pintar de verde, amarillo y blanco los nueve autobuses quehabía quedado en entregar el mes de mayo para su presentación y foto oficial.

¿Qué había pasado? Según Eduardo Larraz, concejal de Circulación y Transportes, la comisión delegada de la ENÍT, reunida el mes de abril, acordó la modificación. Fuentes socia listas afirman que en aquella reunión sólo se comentó el posible cambio, y fue el entonces concejal, Eugenio Morales, quien decidió el cambio de color y se lo comunicó a ENASA Pegaso, sin que el consejo de administración de la EMT ni el Consorcio de Transportes recibieran notificación alguna al respecto.

Pegaso estaba acabando de pintar de verde, amarillo y blanco el sexto autobús cuando le llegó una nueva comunicación para que volvieran a ser pintados de rojo. A Morales le convencieron sus compañeros de que el cambio de color era un error, porque rompía con la identidad del sistema de transportes diseñada desde el Consorcio: los logotipos, la publicidad, los abonos..., están identificados con el color rojo de los autobuses y de la bandera regional.

Pero hay una segunda explicación. Se acababa de presentar la moción de censura y no parecía conveniente hacer coincidir unos nuevos autobuses, perfectamente diferenciados, con un cambio de Gobierno. "Pocos días después del anuncio de la moción alguien ordena a Enasa que los vuelvan a pintar de rojo", explica Larraz. En junio, el ex alcalde Juan Barranco presenta el primer autobús de la flota, rojo.

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Cambio político

Al mes siguiente, con el centroderecha en el poder municipal, llega la primera remesa, y 38 flamantes autobuses reposan en las cocheras de la EMT. Tienen aire acondicionado y cale facción, emiten menor contaminación, las puertas de acceso son más bajas y de más fácil acceso. Todos son rojos. El 28 de julio, el nuevo consejo de administración de la EMT aprueba facultar al direc tor gerente de la EMT, José Luis Montemayor, para cambiar el color de las primeras 38 unidades del modelo 6424 dePegaso y adaptarlo al nuevo di seño: verde, amarillo y blanco

En un taller de Fuenlabrada 38 autobuses cambian de nuevo de imagen a razón de 300.000 pesetas cada repintado. Según el concejal socialista José María de la Riva, "entre la moción de censura y la toma de posesión, Larraz dio la orden de pintarlos de colores". El gerente de la ENIT y el director de los servicios de tráfico municipales, José Manuel Pradillo -que continúan en sus puestos con el nuevo equipo-, son señalados desde las filas socialistas como los responsables. "Le ofrecieron a Larraz el cambio de color como estrategia para que la gente identificara al nuevo Gobierno", señalan.

Eduardo Larraz afirma que se limitó a poner las cosas como estaban. "La comisión delegada de la EMT, reunida en abril, aprobó que los colores de los nuevos autobuses serían verde, amarillo y blanco, y ningún órgano aprobó posteriormente modificación alguna".

La variedad de coloridos inundará las calles, cuando la nueva flota se ponga en marcha. "Se va a producir un efecto psicológico. negativo entre los usuarios", afirma Julián Revenga, gerente del Consorcio. "Aquellos que utilicen las líneas servidas por vehículos rojos se van a sentir ciudadanos de segunda, porque el resto de la flota, aunque sólo tenga un año de antigüedad, va a parecer vieja".

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