Conmoción en el sector turístico ante las señales de crisis

El estancamiento registrado este año en la afluencia de turistas ha causado conmoción en un sector tradicionalmente habituado a un fuerte ritmo de crecimiento. Los hoteles se han visto especialmente afectados por un sensible descenso de la ocupación con respecto a 1988. Las distintas Administraciones (central, autónomas y locales) y las empresas privadas difieren, sin embargo, al tratar de señalar las causas de la crisis y sus posibles remedios. La Secretaría General de Turismo prevé un crecimiento sólo de un 1%, anunciado desde hace meses, que considera lógico, al tiempo que atribuye los problemas del sector al desorbitado incremento de una oferta de escasa calidad y al deterioro del medio ambiente, y acusa a algunas Administraciones autónomas y locales de un exceso de permisividad en los controles de aquélla. Las empresas, a su vez, culpan a la Administración central de ineficiencia frente a las huelgas de controladores, la inseguridad ciudadana y las carencias de la infraestructura de transportes.

En Canarias, una comunidad cuya oferta turística ha venido incrementándose a un ritmo del 30% anual, el Gobierno autónomo ha elaborado un plan de urgencia para reducir las inversiones en turismo y espera que la temporada alta (invernal) sea mejor que la veraniega, en la, que la afluencia ha crecido sólo en un 5%, e incluso ello a costa de una sensible reducción en los precios.