La presentación de Audrey Hepburn en un telefilme

Amor entre ladrones, el telefilme que hoy presenta Estrenos TV, es un thriller romántico producido por Robert A. Papazian para la cadena norteamericana ABC en 1987 a mayor honra y gloria de Audrey Hepburn, que realizará aquí, junto a Robert Wagner -este sí, un actor que se prodiga en la pequeña- y Samantha Eggar, su primera aparición en un filme para televisión.

El telefilme ofrece como rasgo sólo relativamente nuevo el tener por protagonistas del affaire amoroso del thriller a dos maduros personajes. Seguramente recogiendo el auge de las ficciones con héroes y heroínas de cierta edad, que tradicionalmente los recluía y encasillaba en papeles secundarios. Que hay vida después de los 50 lo demostraron con largueza nuestras nunca suficientemente añoradas Chicas de oro; y la increíblemente resultona Ángela Landsbury de Se ha escrito un crimen alentó muy probablemente el retorno de Peny Mason, devuelto al estrado que le hiciera famoso con pasiones que nunca antes evidenció (prendándose, pongamos por caso, de una madura Jean Simmoris en el episodio titulado alusivamente El caso del amor perdido).

Lo de Audrey Hepburn en Amor entre ladrones es decididamente un voto en favor de la igualdad de oportunidades en lo que a amor y aventuras se refiere. Las peripecias que le suceden a la recordada Sabrina son turbulentas. Ella es Carolina DuLac, baronesa y concertista de piano que está ofreciendo un recital en el museo de San Francisco.

Un personaje que ya de entrada -la veremos aparecer en la pequeña pantalla con un traje negro de Givenchy, aunque después transmute su vestuario por algo de tendencia, digamos, country- le permite seguir manteniéndose fiel a la percha de aéreos y cubistas hombros que, entre otras cualidades de más sustancia, la convirtieron en estrella vulnerable y frágil de tan deliciosos y en ocasiones memorables filmes como Vacaciones en Roma, Una cara con ángel, Los que no perdonan, Desayuno con diamantes, La calumnia, Charada, My fair lady, Dos en la carretera o Todos rieron.

Valiosa joya

Amor entre ladrones tiene una valiosa joya en el meollo de la peripecia, pero ni es Desayuno con diamantes ni es una comedia. Desgraciadamente, tampoco es Charada. Se trata de un thriller con heroína, la citada Carolina DuLac, que se ve obligada a robar una valiosa joya como rescate del secuestro de su prometido (Patrick Bauchauy) e introducirse así en un torbellino de confusas situaciones y personajes entre los que nadie parece ser lo que realmente es.

Un barbudo norteamericano con debilidad por los puros norteamericanos, que no es otro que Robert Wagner, coincide en el asiento del avión que lleva a la baronesa a Ladera, un pueblo de Latinoamérica en el que las cosas se pondrán ya al rojo vivo. La pareja es capturada por un grupo de bandidos, mandados por un vehemente hispano (Ismael Carlo) que, para mayor complicación, se rinde a los encantos de Carolina. Muy al contrario del misterioso hombre (Jerry Orbach, un actor de Broadway) al que no le importa disparar sobre la pianista y Robert Wagner cuando éstos intentan huir.

El telefilme fue dirigido en 1987 por Robert Young, un realizador televisivo que ha trabajado para series como Magnum, P. I. o Lou Grant.

Amor entre ladrones, TVE-1, a las 2.00.