Empuje externo
Las pequeñas alegrías de la bolsa norteamericana ante un buen IPC obligaron a un cambio de tono en los mercados españoles, con un papel mucho más remiso a acudir a los corros y un dinero que se mostraba menos reservado que en los días anteriores, sin que de estos cambios puedan deducirse novedades importantes a corto plazo. El nivel del negocio mejoró ligeramente pero sin alejarse demasiado de esa zona de mínimos gracias al dinero que llegó de Wall Street para los valores que cotizan en aquella plaza, y a los tanteos compradores de los inversores que miran un poco más allá del corto plazo, aunque en la mayoría de los casos estos compradores eran extranjeros. Los inversores autóctonos se encuentran en una posición difícil, pues coinciden en la opinión de que el mercado tiene posibilidades a medio plazo y no se atreven a actuar, perfilándose la fecha del 15 de agosto como el momento del posible despegue, pero la situación interna les impide tomar posiciones.El mercado continuo sí que aprovechó este cambio ambiental para aumentar su actividad ante algunos rumores positivos, entre ellos los que afectan a Hidrola y Uralita. Respecto a este mercado, la entrada de Sevillana se ha pospuesto hasta septiembre debido a los problemas técnicos derivados de alguna conversión de bonos, entrando en su lugar el grupo Hispano-Suiza.
Aun así, el ambiente al cierre del período matinal no ofrecía demasiadas variaciones respecto a los días anteriores.