Procesados los principales encartados en el 'caso Atocha'

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid ha acordado el procesamiento de cuatro policías implicados en el llamado caso Atocha. El 12 de junio de 1984, dos delincuentes murieron por disparos de la policía tras atracar una joyería en la calle de Atocha de Madrid. Un tercer atracador murió un mes más tarde en Móstoles también por disparos de agentes. Uno de los cuatro encausados, el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez, está condenado y en prisión por la desaparición de Santiago Corella, el Nani.

La acusación del caso Atocha solicitó en enero de este año el procesamiento y la prisión de los policías por los asesinatos de los delincuentes Feliciano Martín y Pablo Pardo, por un delito de malversación de caudales públicos (las joyas del botín no recuperadas por sus propietarios), por un delito de falsedad en documento público que imputaba en relación con el atestado policial, y un delito de prevaricación.Para la acusación, el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez, condenado a 29 años de cárcel por el caso el Nani, está implicado en esos delitos junto con los inspectores de policía Jose María Pérez Gutiérrez, Adelardo Rafael Martínez y Jaime Ignacio Cabezas de Herrera, también relacionados con el juicio por la desaparición de Santiago Corella.

Aunque el procesamiento de los principales responsables ya ha sido acordado, informa Juan José Echevarría, será hoy cuan do la Audiencia Provincial notifique a los cuatro encartados anteriormente citados los delitos que se les imputan. La Sección Sexta de la Auidiencia Provincial de Madrid se pronuncia finalmente sobre estos procesamientos después de las correspondientes peticiones del fiscal y la acusación, que lo solicitaron hace más de un año.

La fiscalía de la Audiencia Territorial de Madrid presentó el mes de agosto del año pasado un informe que resumía la investigación realizada y fundamentaba su acusación contra siete policías. Según el fiscal, los tres delincuentes perpetraron en 1984 el atraco contra la joyería Viuda de Tornero, en la calle de Atocha, de Madrid. Dos de ellos fueron interceptados por la policía cuando intentaban darse a la fuga; los agentes dispararon a quemarropa contra ellos sin avisarles previamente de que eran policías y sin intentar su detención. Martín y Pardo no tuvieron oportunidad de defenderse ni escapar.

Según el fiscal, que contradice la versión policial, la muerte posterior del tercer atracador por disparos de la policía en Móstoles está relacionada con la de los otros delincuentes, pues la policía le dejó huir y no se encontró el botín. El fiscal acusa también a los policías de asesinato y malversación de caudales públicos.

Declaraciones

El subcomisario José García, jefe de la Brigada Anticorrupción de la Policía declaró en el Juzgado 15 de Madrid que instruía el caso y contradijo la versión de los policías acusados. Cuando se produjo el segundo enfrentamiento con la policía en Móstoles en el caso Atocha, García era el responsable de la comisaría de esa localidad.José García dijo al juez que no recordaba que los agentes que participaron en el dispositivo advirtieran a la comisaría de la operación que preparaban. Antes de esta declaración, el comisario Fernández Álvarez, condenado a 29 años de cárcel en el juicio del caso Nani, declaró ante el juez que informó a la comisaría antes de intervenir en ese servicio en Móstoles.

También declaró en el juzgado el agente Rafael Selva, que participó en el dispositivo de Móstoles en el que murió el delincuente Jose Luis Fernández Corroto. Selva intervino además como secretario en las diligencias que elaboró la policía. El agente negó que hubiera aviso entre los vehículos policiales, aunque este extremo constara así en el atestado, y precisó que la noticia se tuvo después del tiroteo.

En cuanto a los hechos que ocurrieron en el portal de la joyería donde murieron los otros dos atracadores, el Gabinete de identificación de la policía contradijo también la versión de los acusados respecto a su situación en el establecimiento. De esas posiciones y el análisis de balística se derivaba la imposibilidad de que el atracador hubiera disparado primero, como afirmaban los policías acusados que alegan defensa propia en su actuación para repeler una agresión.

La operación policial de Móstoles supuso en julio de 1985 una felicitación pública y una recompensa de 10.000 pesetas a cada uno de los tres policías que intervinieron en la muerte de Jose Luis Fernández Corroto.

La Dirección General de la Policía premió también con una felicitación pública por el mismo servicio al entonces jefe de la Brigada Regional de la Policía Judicial de Madrid, el comisario Emilio Ballesteros Manrique. En esa Brigada estaban destinados todos los policías relacionadas con el caso. Otros ocho inspectores que intervinieron en el servicio de la joyería fueron felicitados por su actuación.