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Prisiones suecas

El sistema penitenciario sueco es un reflejo de la filosoria nacional que pone el énfasis en la rehabilitación de los criminales y parte de la base de que la privación de libertad es suficiente castigo. Así pues, gran parte de los delitos que se cometen en Suecia son castigados con penas de libertad condicionada, y sólo un 5% de las sentencias dictadas condenan a penas de más se cinco años de cárcel. Pero el modelo sueco continúa tras las rejas.En la prisión de Nykoping, por ejemplo, los pasillos están llenos de murales de colores y hay plantas en las ventanas. Los clientes, como se llama a los reclusos, viven en habitaciones decoradas por ellos mismos y disponen de cuarto de baño individual. Pueden practicar varios deportes y estudiar una variada oferta de cursos que la cárcel ofrece para que los clientes orienten su vida fuera de la prisión. Los prisioneros suecos disfrutan de privilegios tales como compartir dos semanas al año con su familia, si bien se reserva para los que han tenido un buen comportamiento.

Las críticas al sistema sueco son cada vez más fuertes, poniendo en tela de juicio la efectividad del método de rehabilitación. Por otro lado, los propios responsables del sistema penitenciario declaran que es más humano, pero reconocen sus dudas sobre su éxito. La crítica más dura que se hace del sistema resalta que una cárcel nunca puede ser un lugar de vacaciones en el que uno se lo pase bien.

8 de julio

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