La contra reloj de hoy, con 73 kilómetros, otro día decisivo

LUIS GÓMEZ, ENVIADO ESPECIAL, El Tour de Francia tiene prisa y tiene hoy otra prueba decisiva para desglosar con mayor exactitud la media docena de favoritos que han de resolver la carrera en la montaña: la contra reloj. Así, la primera contra reloj del Tour suele tener un recorrido largo, con una doble intención: primero, permitir ventajas estimables; segundo, observar la capacidad de resistencia que traen los favoritos.

Un desfallecimiento en esta etapa puede costar un mínimo de cinco minutos de retraso. La contra reloj de hoy, entre Dinard y Rennes, tiene una longitud de 73 kilómetros, que puede considerarse como estimable, puesto que supone cerca de hora y media de carrera en solitario para cada corredor. Tiene un perfil plano, del que apenas sobresale un puerto de cuarta categoría en el kilómetro 23. Es una prueba idónea para los grandes especialistas o para hombres capaces de mover grandes desarrollos, que no es el caso de los españoles, salvo Induráin. Es también un trazado aburrido para quien le gusten las curvas, caso de Delgado. Y es, finalmente, una etapa donde pueden medirse también estados de forma.Las estadísticas del Tour no se equivocan en este aspecto, y ningún favorito ha dejado de fallar en la primera contra reloj. Cada Tour suele reservar una segunda y hasta una tercera prueba cronometrada, que sirven para una selección mucho más definida o para una resolución final, caso del Tour 87 entre Delgado y Roche. Ahora de lo que se trata es de saber por quién no se debe apostar.

Ante este panorama, la representación española se mantiene parca en palabras, a la espera de lo que suceda hoy. El punto de mira sigue fijo en Delgado, más que nada porque se hace necesaria una confirmación de su verdadero estado de forma. Sin embargo, hombres como Induráin y Echave han cosechado buenos resultados en este tipo de pruebas. Una duda más amplia abarca las actuaciones del terceto de la discordia, el formado por Pino, Fuerte y Cubino. De los citados, quien puede tener problemas es, sin embargo, el mejor especialista en la materia, Induráin, a quien se le han reproducido las molestias en su muñeca derecha tras la rotura de la Vuelta a España.

Con respecto a Delgado, sus estadísticas en esta primera contra reloj son dispares, aunque hay que reconocer que tanto en 1987 como en 1988 estuvo bien, a diferencias meritorias de los ganadores (a 2.29 de Roche en 1987 y a 1.18 de Yates el pasado año).