Trasladadas tres presas 'etarras' de la prisión de Castellón a la de Carabanchel
Tres presas de la organización terrorista ETA que permanecían ingresadas en el centro penitenciario de Castellón desde el 8 de octubre de 1988 fueron trasladadas el pasado jueves a la prisión de Carabanchel, en Madrid. Las tres presas son Mercedes Galdós, de Guipúzcoa, Ana Aramguena, de Vizcaya y Begoña Sagarzazu, de Guipúzcoa. Las dos primeras están integradas en el sector duro de ETA y optan por una negociación con el Gobierno sin concesiones.Tras este traslado no queda ninguna presa vasca en el centro penitenciario de Castellón, pero sí restan todavía cinco presos de ETA y tres presas del GRAPO.
El traslado de las tres presas de ETA a la cárcel de Carabanchel obedece, al parecer, a un plan de Instituciones Penitenciarias de movilización y dispersión de los presos de ETA que se completará en las próximas semanas. Este periódico intentó en vano conocer la opinión de la dirección de la cárcel de Castellón sobre el traslado de las tres presas de ETA.
La cárcel de Castellón presenta en estos momentos una superpoblación de reclusos. Con una capacidad para 420 reclusos, ahora dispone de 610. Esta situación ha sido denunciada reiteradamente por las distintas secciones sindicales de la prisión, que aseguran que esta superpoblación viene a incrementear la conflictividad en el centro penitenciario. Según datos facilitados por la CSIF, el 70% de las celdas han tenido que ser habilitadas para dar cabida a dos internos en cada una de ellas, lo que contraviene la Ley General Penitenciaria que recoge que los internos se alojarán en celdas individuales. La CSIF y el resto de secciones sindicales reínvindican la necesidad de incrementar la plantilla de funcionarios.
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