Drama familiar

María, una mujer a punto de cruzar la barrera de los 40, Juan, a un paso de los 50, forman una pareja estable y dichosa sentimental y profesionalmente. Pero el conocimiento de un tumor maligno que en pocos meses acabará con la vida de Juan romperá su felicidad. Juan se encerrará, angustiado, desesperado, en sí mismo, y María nada podrá hacer para levantarle la moral, como nada podrá hacer su hijo Alberto, un joven ingeniero que trabaja en Estados Unidos.Tras Momentos, de María Luisa Bemberg, vista hace dos semanas, y De la misteriosa Buenos Aires, de Barney Finn, Fischerman y Wulicher, emitida la pasada semana, continúa hoy el ciclo sobre cine argentino con esta trama, con este drama familiar tremendo y sobrecogedor. Se trata de Los pasajeros del jardín, filme dirigido en 1982 por Alejandro Doria e interpretado por Rodolfo Ranni y la conspicua Graciela Borges en sus principales papeles. Pretende ser una reflexión sobre el destino implacable que en forma de enfermedad sesga vidas por doquier, intentanto alentar al espectador sobre la vida y la necesidad de vivirla más allá de todo impedimento fortuito, una losa moralista y sentimentaloide que lastra el drama. Sigue el ciclo, francamente, por un camino a todas luces poco estimulante.