Carlos de Inglaterra
ha conseguido despertar las iras y protestas de los maestros al decir que el inglés se enseña "condenadamente mal" en las escuelas británicas. "Ninguno de los empleados de mi oficina es capaz de hablar o escribir inglés correctamente", dijo el príncipe Carlos en un discurso pronunciado el miércoles ante un grupo de hombres de negocios, a quienes confesó que tiene que corregir personalmente las cartas que se envían desde su despacho. El príncipe de Gales, cuyos discursos en defensa de la arquitectura y el medio ambiente provocan las iras de arquitectos y políticos, ha provocado ahora a los sindicatos de maestros, cuyo secretario general, Fred Jarvis, ha pedido al heredero de la corona que visite las escuelas para exponer sus quejas directamente a los profesores.
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